Viernes, 10 de mayo de 2013 | Hoy
Por Gustavo Lamas
Desde sus comienzos, la dupla compositiva de Neil Tennant y Chris Lowe no sólo ha facturado hits irresistibles sino también ha estado muy inspirada a la hora de seleccionar canciones ajenas para reversionar, que no pasen como un simple relleno en su extensa discografía sino, todo lo contrario, apropiarse de ellos y convertirlos en éxitos. Esto ocurrió con aquella gema del último Elvis “Always On My Mind”, compuesta por Johnny Christopher, Mark James y Wayne Carson Thompson, grabada por el Rey del Rock’n’roll en 1972 y que les significó un Grammy a sus autores. En 1987, los Pet transformaron aquella balada y la hicieron propia dotándola de carrocería tecno pop ciento por ciento apta para las pistas de baile. La tocaron por primera vez en un especial de televisión que conmemoraba los 10 años de la muerte de Elvis y la repercusión fue tan buena que decidieron grabarla como simple convirtiéndose rápidamente en número uno del Chart Británico. El simple formó parte de Introspective –disco sucesor de Actually– en el que se sumaron a la explosión del house, el acid y el tecno. En el mismo también incluyeron “It’s Allright”, canción compuesta por el pionero del house de Chicago Marshal Jefferson y que fue grabada por primera vez por Sterling Void. Neil Tennant agregó algunos versos más personales al contenido político originario y usó la introducción “I hope” al estribillo sembrando la duda y el deseo a la afirmación de que todo iba a estar bien. En su último álbum de 2011, los Hercules & The Love Affair grabaron “It’s Allright” transformada en una balada down tempo en un proceso inverso al que hicieron los PSB con “Always on my mind”.
Otro acierto entre los covers que abordaron los Pet fue grabar “Go West” en 1993, un viejo tema de los Village People de 1979 que nunca alcanzó la notoriedad de sus hits como “YMCA” o “In The Navy” y que, en manos de los británicos, trepó los rankings y llegó hasta ser coreado en los estadios de fútbol de la liga inglesa. Neil Tennant comentó alguna vez que haber convertido un viejo oscuro tema de los Village People en una canción de cancha usada para eventos deportivos era uno de sus mayores logros. La canción partía de la frase del siglo XIX “Ve al Oeste, jovencito” que se usaba en plena época de colonización del oeste de Estados Unidos y que, en cambio, en boca de los Village People representaba los deseos de ir a San Francisco, la meca gay californiana que, a finales de los setenta, era el único estado donde se respetaba como en ningún otro a la comunidad LGTB. Los Pet actualizaron el sonido disco del original al house de acordes de piano machacantes, los coros marciales y exageraron las notas que coinciden con las del himno ruso. Desde el memorable video, jugaron más aún con la estética soviética dejando un mensaje no del todo claro, mezclando a Lenin con chicos con tabla de surf en el cielo, desfiles militares, la Estatua de la Libertad vestida de rojo y los Pets con cascos estrambóticos en plena Plaza Roja de Moscú gracias al uso y abuso de la animación computarizada. La confusión hasta hizo que sus fans húngaros les escribieran reclamando porque habían hecho una canción a favor de que Rusia los invadiera. Neil Tennant, lejos de preocuparse por esclarecer el mensaje, dijo: “Si quieren pensar que es una canción sobre el sida, a favor de una invasión sobre Hungría, sobre la supremacía del Este o todo lo contrario, estará bien para nosotros”. Para el disco Electric prometen una nueva rareza en cuanto a covers: uno de los temas incluidos en el playlist de Electric es “Last To Die” de Bruce Springteen, canción que el Jefe grabó en su disco Magic de 2008.
En sus más de tres décadas de trabajo, el dúo ha sabido rodearse de colaboradores y se ha dado el gusto de trabajar con muchos de sus artistas favoritos. El primer sueño cumplido fue invitar a Dusty Springfield a cantar en la canción “What Have I Done to Deserve This” que incluyeron en su segundo álbum Actually. Luego de su suceso en los sesenta, Dusty estaba fuera del mundo de la música y, dos décadas después, los Pet se encargaron de reivindicarla y ponerla nuevamente en el candelero. Además de esta colaboración, contribuyeron con su producción en Reputation, el álbum que la devolvió a los rankings.
Otra de sus recordadas colaboraciones es el trabajo que hicieron junto a Liza Minelli: entre sus influencia de teenager junto a las referencias musicales de Lou Reed, Bowie y Roxy Music, reconoce haber sido fan de La naranja mecánica y Cabaret. Llevar el vozarrón de Liza al sonido tecno pop era una apuesta riesgosa, pero lo lograron. El corte “Losing My Mind” se convirtió en un gran éxito y el álbum Results, que grabaron juntos en 1989, aún sigue siendo reivindicado tanto por los fans como por la crítica. Para Liza el resultado fue más que óptimo: “En 30 años de carrera nunca había encontrado productores que le gustaran, a los que les creyera y los respetara como para dejar que hicieran lo que quisieran en mi disco”.
Para la época del inolvidable Behaviour contaron con Johnny Marr de los Smiths en las guitarras. Paralelamente participaron del proyecto Electronic, el recordado dream team integrado junto con Marr y Bernard Summer de New Order. Chris Lowe finalmente abandonó el barco, pero la voz de Tennant quedó plasmada en dos de los hits más memorables del tandem “Getting Away With It” y “Dissapointed”. El ex violero de los Smiths se convirtió en frecuente invitado del dúo y ha colaborado en gran parte de su discografía: Very, Bilingual, Release –álbumes en los cuales los sintetizadores ceden el protagonismo a las guitarras y Marr toca en seis canciones– y Yes. El año pasado también se unió a ellos en un concierto con la Filarmónica de la BBC.
En el disco Nightlife invitaron a Kylie Minogue para cantar “Denial”, una canción en la que hace el papel de hija de un padre gay. Entre otras tantas colaboraciones, han producido, escrito y remezclado canciones para diversos artistas: “The Crying Game” para Boy George, “Hello Spaceboy” para David Bowie, remezclaron “Boy & Girls” de los Blur y regrabaron el clásico “Break For Love” junto al DJ Peter Rauhofer.
Los PSB han sabido rodearse de los mejores productores. Desde que Neil Tennant contactó en Nueva York a Bobby Orlando –aquel productor pionero de la high energy, responsable de los hits de Divine, The Flirts y otros– para que les produjera sus primeros éxitos, “West And Girls” y “One More Chance”, siempre contaron con buenos aliados en el estudio de grabación. Otro de esos nombres a destacar es el de Trevor Horn –el arquitecto detrás del sonido de hits como “Relax “ de Frankie Goes To Hollywood– que puso sus manos en “Left To My Own Devices” y “It’s Allright” y a quien volvieron a llamar en el 2006 para el álbum Fundamental. También han contado con los mejores arregladores desde el gran Ennio Morricone con quien grabaron “It Couldn’t Happen Here”, Angelo Badalamenti, el responsable de la música de Twin Peaks que participa en “behaviour”, hasta Craig Armstrong en “Nightlife”, colaborador de Massive Attack y Madonna. Varios exponentes de la escena house han formado parte de sus discos, como Dany Tenaglia, David Morales y Frankie Knuckles. Para los últimos discos decidieron ponerse en manos de productores en boga: en el 2008 trabajaron junto al equipo Xenomanía, productores de Girls Aloud, Kylie Minogue y Saint Etienne para su álbum Yes y en su más reciente disco Elysium contaron con Andrew Dawson, productor de Kanye West. En lo que anuncian como su retorno al sonido más electro y pistero cuentan con la ayuda detrás de las perillas de Stuart Price, reconocido por su proyecto Les Rythmes Digitales y productor de Confessions on a Dance Floor de Madonna.
El año pasado los PSB dieron un concierto radial junto a la Filarmónica de la BBC y estrenaron un nuevo tema, “He Dreamed of Machines”, dedicado a Alan Turing: una especie de monólogo recitado sobre música incidental electrónica y orquesta que relata la historia del científico reconocido como héroe en la Segunda Guerra por decodificar los mensajes del ejército nazi y un pionero absoluto de la computación. Ese es apenas un capítulo de un extenso trabajo biográfico de ocho piezas que verá la luz con el nombre de “A Man From The Future”. En el marco de varios reconocimientos, los PSB rescatan la figura de Turing cuya carrera profesional fue truncada al ser procesado por su homosexualidad. Durante la investigación policial a raíz de un extraño robo en su casa, Turing reconoció su homosexualidad, con lo que se le imputaron los cargos de “indecencia grave y perversión sexual”, los mismos que a Oscar Wilde en su momento. Le dieron para optar entre la castración química o ir a la cárcel. Eligió lo primero y sufrió importantes consecuencias físicas. Dos años después del juicio, en 1954, Turing falleció debido a la ingestión de una manzana contaminada con cianuro en un contexto que indica un posible suicidio. Neil Tennant explica las motivaciones detrás de esta obra: “Es un verdadero tributo hacia él. Nunca lo perdonaron. Fue perseguido, condenado por su homosexualidad y por ultraje a la moral pública. El anterior primer ministro inglés Gordon Brown ensayó unas disculpas, pero oficialmente eso nunca ocurrió. Hubo miles de gays condenados por aquellos años. Y yo creo que todos ellos merecen que esa mancha de la inmerecida condena sea aclarada en su memoria. Ese ímpetu es el que nos movilizó a reconstruir esta historia”.
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