Vine con él desde Venezuela para presentar un par de documentales en Libercine, que hicimos en la Escuela de Medios Audiovisuales de la Universidad de los Andes de Mérida. El era el director y yo su camarógrafa.

Somos muy amigos. Digamos que nos soportamos: nos peleamos, nos amamos, nos peleamos, nos amamos, etc. A pesar de que sabemos que nos vamos a pelear igualmente siempre nos elegimos para trabajar juntos. Y trabajamos muy bien. El es de una zona de Venezuela en donde la gente es muy salida (espontánea), en cambio yo soy de la capital y soy menos explosiva. El es más para afuera y yo más para adentro.

En este preciso momento estamos en una fase de amor. Hace poco tuve problemas con mi pareja y me fui corriendo a la casa de él. Me quedé tres días en su casa. El me dio todo el espacio que yo necesitaba pero al mismo tiempo cuando lo necesité él siempre estuvo ahí: me abrazó, me apapuchó, nos fumamos un porro juntos.

Puedo decir después de todas las peleas que hemos tenido que es una maravillosa persona y yo sé que siempre puedo contar con el y él sabe que siempre podrá contar conmigo.