BAFICI: VISITA GUIADA
Un clásico imperdible del terror de Tony Scott, estrenada en 1983. Imposible olvidar la seducción perversa y desesperada de un David Bowie vampiro que, como Dorian Gray, envejece de golpe pero contra su voluntad, y la fascinación que ejercen sobre la audiencia Susan Sarandon y Catherine Deneuve: dos grandes actrices, dos protagonistas poderosas, colman la pantalla hasta hacerla estallar en esa famosa escena lésbica, de alto voltaje erótico y sangriento, que, incluso hoy, hace transpirar de deseo. Palabras aparte merecen los excesos visuales y las obsesiones estéticas, propias de los ochenta, que conmueven y perturban. Una delicia.
Viernes 17 a las 23.15 y domingo 19 a las 22.15 en Artemultiplex; viernes 24 a las 23.10 en Village Recoleta.
Historias de conversiones sangrientas cercanas a la violación, debut y bienvenida en el camino de la perversidad, orgías con animales e instrumentos de tortura medieval, y el uso de la hipnosis para hacer de los humanos esclavos sexuales y laborales. Ninguno de éstos suena como un clásico lugar común de la comedia. Y sin embargo Casa Vampiro, la película neocelandesa de Taika Waititi y Jemaine Clement, encuentra el costado más delirante y gracioso de estos tópicos de terror. Es algo así como una sitcom de vampiros, con formato de falso documental, que tal vez esté entre nosotros gracias a la vía libre que la democratización del camp le ha dado a la falta de respeto incluso hacia las leyes del clase B. Los protagonistas son un grupo de amigos, medio muertos, medio descerebrados, que se conocen desde tiempos inmemoriales. Se comen chicos, se comen chicas –siempre y cuando sean mayores de 18, porque tienen códigos– y comparten techo, un caserón gótico en los suburbios. Pero como la historia transcurre en nuestros días, lidian con problemas como pagar el alquiler, discutir para ver quién lava los platos con sangre apilados desde la década pasada o quién le cepilla los colmillos sarrosos al mayorcito del grupo (ocho mil años) que ya no puede con su (falta de) alma y apenas se mueve del sarcófago. Como en cualquier digno reality noventoso, no faltan escenas de confesionario donde los monstruos se desahogan frente a la cámara y hablan mal de los ausentes.
Los monstruos son: Deacon (Jemaine Clemente), un sadomaso con una rivalidad/romance histórica con su ex; La Bestia, a quien los libros de embrujos representan como una criatura peluda que lleva colgando debajo del ombligo unos dedos flácidos; Viago (Taika Waititi), un ex dandy del siglo XVIII, sensible y preocupado por la limpieza al punto de que propone a sus compañeros el tip de cubrir el sillón con papel de diario antes de ensartarse alguna víctima o de algún festín desnudo; Vladislav (Jonny Brugh), un niño terrible de 183 años, aficionado a las danzas eróticas con música celta, que intenta ocultar su pasado como filonazi perseguido después de la Segunda Guerra; y un recién llegado, aún sin hábitos de murciélago avanzado, llamado Nick (Cori González-Macer), que no suelta a su mascota humana, Stu. Todos ellos completan una cofradía más loser que maléfica, como lo demuestra su incapacidad para entrar a cualquier disco “porque los vampiros necesitan invitación”. Será necesario un intercambio de saberes entre el recién converso y los centenarios. Mientras el más novato aprende los secretos de la depredación, deberá enseñar a los longevos a socializar en Facebook y a buscar videos en YouTube (por ejemplo, de algo que no ven hace mil años: un amanecer). Es decir, integrarse a algunas de las más escalofriantes costumbres del mundo contemporáneo sin que pierdan el derecho a ser monstruosamente cómicos.
Miércoles 22 a las 23 en Village Caballito y sábado 25 a las 22.15 en ArteMultiplex.
El desenfrenado avance del mercado inmobiliario brasileño destruye el paisaje urbano y pone en riesgo la memoria emotiva de un grupo de jóvenes, que deciden hacer una maratón de sexo grupal en las zonas de construcción para defender el barrio poniendo el cuerpo. Entre el porno y la protesta, el documental y la ficción, el director Gustavo Vinagre desea, casi literalmente, acabar con la especulación inmobiliaria que amenaza los recuerdos de su infancia.
Viernes 17 a las 17.30, sábado 18 a las 14.30 y el domingo 17.25 en Village Recoleta.
Cinco historias basadas en casos reales retratan la situación de las personas lgbtiq en Kenia, donde la homosexualidad está penada por la ley. El film de Jim Chuchu se construye como un poema fílmico en blanco y negro que, a través de la honestidad y la sencillez de sus imágenes, se propone combatir la violencia social y estatal de su país contra las sexualidades diversas.
Domingo 19 a las 21.15 en Village Recoleta; miércoles 22 a las 18 y viernes 24 a las 16 en Artemultiplex.
El inexperto Toni se cruza con su profesor Carlos haciendo cruising en el Montjuic, templo catalán del sexo casual. La esporádica relación se vuelve obsesión mutua y los juegos entre la indiferencia y el enamoramiento enfermizo comienzan a cobrarse un costo demasiado alto. El denso vínculo creado entre ambos transita desde la ternura hasta lo inhumano en este inquietante thriller psicológico, oscuro y retorcido de Marçal Forés.
Lunes 20 a las 20 y martes 21 a las 17 en Village Recoleta; jueves 23 a las 15.40 en Artemultiplex.
¿Qué hay de original para decir sobre Rainer Werner Fassbinder? Bastante, en este nuevo documental del director Christian Braad Thomsen, su amigo cercano desde que se conocieron en la Berlinale de 1969. Entrevistas inéditas en los ’70 y una conversación con su madre sobre la infancia del pequeño y revoltoso Rainer son algunas de las delicias este film.
Sábado 18 a las 22.30 y martes 21 a las 15 en Village Recoleta; viernes 24 a las 13.40 en Artemultiplex.
Ulrich Seidl explora usos y costumbres de los austríacos en sus sótanos: experimentación sexual, BDSM, ensayos musicales, xenofobia, nazismo o relaciones afectivas entre personas y muñecos. El documental pone en tela de juicio qué es ficción y qué es real allí donde a lxs vecinxs no les da el sol y el pudor se permite quitarse sus ropas.
Viernes 17 a las 23.10, miércoles 22 a las 22, sábado 25 a las 22.15 en Village Recoleta.
Jenni Olson, experta en historia del cine lgbtiq, lesbiana y activista, ofrece un relato confesional sobre su vida, la propia identidad sexual y el contraste del pasado con el presente junto a las imágenes de los paisajes de Los Angeles y San Francisco que acompañan su relato en off. Un landscape film que, como la misma directora confiesa, revela más sobre su persona que lo que ella misma hubiera esperado.
Viernes 17 a las 21 en Village Recoleta; lunes 20 a las 18.20 y martes 21 a las 18 en Artemultiplex.
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