“Me encantan los cines y los parques, ni hablemos cuando hay que deslechar a un macho en uno de esos lugares. Amo a Madonna y a Kylie. No me gustan los que se creen más por tener tubitos. Espero que disfruten de mis videos. Soy Juliiancito Matías”: el perfil gay más entusiasta de XTube.com prologa así la proeza digital más aplaudida de la web. Las andanzas de Julián –veinteañero, estudiante de Veterinaria y vecino del Oeste, donde está su agite– comenzaron hace más de diez años en la escuela primaria y con sus compañeritos, sin cámaras mediante y mientras “comía palitos de la selva y cada tanto a alguno que otro dotado”. Unico en el exceso de ánimo que arrojan sus producciones caseras y orgullosísimo actor porno amateur, Juliiancito recibe el aval de miles de internautas que le festejan o envidian sus andanzas: “Mi objetivo es demostrar que cada uno vive su vida sexual como quiere, y que no deberían juzgar por unos simples videos. Así como todos tienen relaciones sexuales, yo también, y en algunos casos tengo material audiovisual de ellas”, sostiene su manifiesto, enunciado desde una pausa de sus vacaciones en la costa atlántica argentina. “Mi primer video en XTube.com fue con un heterosexual y su novia. Está dividido en 2 partes. Yo practico sexo oral.” “Muy bueno tu video, che. Estaría piola para la próxima más gemidos y audio ambiental sin música. Sexo puro”, apunta un eventual asistente de dirección: “Yo no cojo por deporte y selecciono con quién coger y con quién filmarme. Cuando llegue a las 100 mil visitas, subo otro video”, responde la figura, concentrada en la acumulación de rating y en la fama internética de su elasticidad: un cuerpo delgado y levemente fibroso, capaz de adquirir posturas tan atentas a la posición de la cámara como al advenimiento de los quetejedis que suelen circundar su prominente boca. “Tengo además un canal en Xvideos.com pero con el seudónimo de Germán Kessler. Hoy me arrepiento porque me hubiese gustado seguir con el nombre que utilizo hoy y con el que todos me conocen.” Allí, el episodio “Militar cogiéndome a full” concentra cinco minutos de un coito feroz, con machimbre oscuro, cortina blanca de nylon señorial y modular lustrado de fondo: 500 mil visitas y decenas de comentarios que empiezan en palabras y terminan en fonemas que emulan suspiros, conforman hasta hoy el segundo highligth del actor. “Me encanta filmarme. No todos mis encuentros son filmados. Exponerme es mi hobbie. Me encanta que me observen y creo que no lo hago mal como para no lograr seducir.” El primer exitazo, sin embargo, suma más de 1 millón 200 mil reproducciones y es “Sexo en el cíber”: “Mi video favorito –confiesa–, lástima que fue uno de los primeros y lo corté antes de que mi compañero eyaculara. Pero sigue siendo mi favorito”: “Lo que más me gustó era la inmanente presencia de las voces, lo que da a entender que había gente cerca...”, apunta un comentarista avezado. “Al militar lo conocí por Facebook. Es del ejército. Tenía un perfil trucho, es casado y tiene hijos. Estuve con él 4 o 5 veces. Del pibe del cíber me enteré después que tiene novio.” El clamor popular que despiertan uno y otro tiene explicación: “Lo que excita en el caso del cíber es que hay gente detrás, se escuchan voces y es como si estuvieran mirando, pero no. Y de lo del milico, bueno... calienta la forma en que me la da, ¿no te parece?”.

Y ahora hace más de dos meses que no subís nada nuevo...

–Tengo material y aún no lo edité. Pasa que son videos en los que estoy con un pibe que lo escuchás hablar y te la baja. Es un fan.