Ella emerge entre las miles de cabezas que van por la calle Santa Fe con sus casi dos metros. En un carrito lleva su PyMe con la que recorre perfumerías vendiendo su marroquinería que fabrica, la marca se llama GeEne, que nace de la unión de G y N, de Gabriela y su compañero Néstor. Gabriela cuenta su trabajo y su vida con un sello muy post Ley de Identidad de Género, ahora la trans ya no se victimiza, y las organizaciones y los políticos no saben qué hacer con esto. Se ganó terreno en las redes sociales con su humor ácido y activista a lo largo de un comic que empezó como terapia. Chica trans, segun la misma Gabriela, “habla de cosas muy trágicas que a veces sólo con humor se pueden cicatrizar; el humor es tomar venganza, curar heridas”. La mirada 360º de Chicatrans arrasa con activistas de discurso confuso, con personajes nefastos sociales como los que protagonizan la serie de tiras del “Trans Fantasma”, habla, pregunta y entre la carcajada te mete una realidad. Y las tiras muestran que si cuesta no es por algo propio, sino por ese exterior agresivo. Pero Binder también sabe reírse de la mismidad, agita e interpela los estereotipos: “La persona que se ríe de sí misma es invencible, la chica trans que aprende a reírse de sí misma será invencible... al menos poéticamente”. Su biblioteca tiene a Maitena, Quino, El Eternauta, Jack London, las Fierro, sumadas a su admiración por referentes trans, como son Vida Morant y Daniela Ruiz.

Facebook: Chicatrans