Mis primeras mascotas fueron perros: Alberto Arroyo y Tubby. Albertito enfermó y partió rápido. Tubby estuvo conmigo casi 8 años, hasta que un día no lo vimos más, se fugó tras una perra en celo. Salí a los gritos por el barrio: “¡Tubby! ¡Tubby!”.

A partir de esa desazón que sentí, me agarró como una lesbianez canina. Sólo quiero perras, con la ilusión de que no me van a abandonar. Así fue como apareció Monina: una pequinesa exótica, con algunas anomalías dentales, vivió como 10 años. Después encontré perdida por San Cristóbal a Ambar (tenía 8 meses): una gran compañera que estuvo conmigo 16 años, lloré y reí tanto a su lado.

Mis mascotas vivieron intensamente y felices hasta el último suspiro. Alberto, Monina y Ambar descansan en mi jardín, en la entrada de casa. Hasta que nos regalaron a este cascabel loco que es Lolita. Sus genes hablan de una cruza atrevida entre caniche y maltés. Lolita es un ser tan intenso como amoroso. Tremenda, devoradora y súper avispada.

A Lolita nos la regaló un vecino nuevo que vino al barrio. Un señor mayor, solo y remisero. Nosotros ya la habíamos visto andando por ahí (cuando el remisero la sacaba a hacer pis). Un día nos toca el timbre de casa preguntándonos si la queríamos, que él no estaba nunca en su casa y que le hacía desastres: le comía los trapos y los medicamentos. Al rato nos la trae con su cartilla de vacunas, shampoo y crema de enjuague, un huesito como juguete y dos cambios de vestuario. Nos amamos no bien nos vimos. Ella sigue haciendo de las suyas, pero las pastillas están bajo llave.

Es la única en mi casa que todos los días despierta de buen humor. Tan viva y movediza que sus travesuras a veces pueden llegar a terminar en chanchadas. Compañera siempre dispuesta a vivir aventuras. Respeta sus cuatro comidas y siempre es merecedora de un premio. Es una perrita alarma, siempre atenta. Ama sus juguetes, con los que entrena todos los días y descarga también ira.

Coqueta, ama que la bañes y adora sus collares y correas. Siempre dispuesta al juego y a participar. Jamás compré una mascota. Ella es mi familia y mi mascota artista.