Clásica y moderna es la selección de seis películas sobre diversidad que se podrán ver en el ciclo Trasnoche durante todo el mes de noviembre en el canal IncaaTV. Los films elegidos no sólo abarcan la diversidad sexual en sus historias sino que también exploran otras temáticas que cruzan diálogos y discusiones con ámbitos y experiencias también diversas, como el factor de clase social, las tonalidades, las distintas épocas y el contexto histórico-social de producción, junto a los diferentes estilos, lenguajes y puntos de vista adoptados por lxs directorxs de los films.

¿Cómo surgió la idea de hacer este ciclo sobre diversidad?

Vanessa: En el verano armamos un ciclo de películas sobre diversidad sexual y nos resultó muy interesante la respuesta de la gente. Las películas estaban en el canal pero no se habían ordenado con ese criterio, y ahora que llega noviembre y festejamos la Marcha del Orgullo le propuse a Nicolás rearmar un ciclo de Trasnoche, en el que proyectamos otras películas y es más amplio. 

¿Cuál fue el criterio para la selección de estos films?

Nicolás: la idea fue intentar tener un arco diverso, dentro de lo posible, primero obviamente por la selección de películas que teníamos accesibles (acorde a la disponibilidad de derechos), y a la vez con el objetivo de revisar qué anduvo haciendo el cine nacional en materia de diversidad sexual, desde los inicios con películas como Otra historia de amor, que es una de las primeras. En el cine claramente hubo un salto en los últimos años. Recuerdo todavía lo “controversial” que habían sido en los ‘80 películas como esta o Adiós Roberto. 

¿Y ahora, casi 30 años después de Otra historia de amor, con qué se encontraron al reprogramarla e incluirla en este ciclo?

N.: En relación a ese “escándalo”, es casi naif. Pero justamente ese es el punto del ciclo: ir viendo cómo evoluciona un tema. El cine en ese sentido es genial, porque es un reflejo del estado de la situación en la que se encuentra la sociedad. Otro eje que nos pareció interesante, porque el tema de la diversidad sexual –por suerte– ya no es novedoso de por sí, es el cruce que hay en estas películas con el tema y las problemáticas de las clases sociales.

Así ordenadas es claro. Uno podría agrupar a Las pibas, Vil romance y Ronda nocturna por un lado, y al resto por otro.

N.: Es un corte más, de conciencia de clase que se suma a la conciencia de género. Creo que ambas van juntas. Eso justamente se va descubriendo en la suma de estas películas. Si las veías por separado no es tan notorio, pero si las ves todas juntas empezás a notar más ese perfil, y cómo cambia la problemática en función de la clase. Vil romance todavía es una película muy difícil de digerir.

Es terriblemente cruda y además rompe con toda concepción glamorosa del homoerotismo.

V.: Si querés, la contracara de Vil romance puede estar en Un año sin amor, que es una película más cool. Pero es bien interesante analizar esa afectación de clase. En este armado nos interesó ese aspecto que suma otra capa más a la lectura del ciclo. Esos amores son diversos también en relación a la clase en la que están y en cómo la clase condiciona.

En la programación no hay películas entre 1986 y el 2005. ¿Por qué ese hueco temporal sobre estos temas?

N.: En el canal no tenemos nada de esa época, pero creo que además hubo una disminución en la producción. Desde ese origen –que fueron películas solitarias– hasta que aparecen películas que tocan esas temáticas en el post 2001. 

V.: Estoy haciendo esa reflexión ahora y no me estoy acordando de películas de esa época. Lo que me viene primero a la cabeza es Liliana Paolinelli. Podríamos decir, pero de una manera muy tangencial, que a lo mejor Martín Rejtman con Rapado (1992) toca esos temas, pero desde un costadito. Hay un bache tremendo. No hubo espacio en los ‘90 para este cine. 

Quizás también por la crisis del vih/sida en esos años el cine y los grandes medios le dieron la espalda a la homosexualidad.

V.: Era un tema difícil de tomar. ¿Quién te iba a producir una película sobre el tema? No tenía nada de glamour ni de interés. Un año sin amor es del 2005 y el tema ya está visto hasta un poco estetizantemente. Me encanta la película, me encanta lo que hizo Anahí, me encanta que semejante película la haya filmado una mujer, pero ya está esa distancia, no es la crudeza tan terrible de los ‘90.

Ronda nocturna trata temas como la prostitución, la marginalidad, la lucha de los personajes por sobrevivir. 

V.: Es también una película cruda. Por eso la decisión de buscar entre todo lo que teníamos y poner materiales de un espectro amplio. Esos son temas que hay que tratar, porque todo lo que está bien y los derechos igualitarios no pueden tapar otras cosas que suceden en este mundo de relaciones y en otras relaciones.

N.: Apostamos siempre a un espectador crítico que pueda ver todos los matices, sin armar una programación paternalista. Además, por suerte, el cine argentino es diverso de por sí en relación a otras cinematografías. En el cine argentino hay de todo, y eso es buenísimo a la hora de programar y de pensar en poner a dialogar esos temas y encontrarte con cosas muy diferentes entre sí. Y esa es la gracia.

¿Qué problemas aparecen en la programación de ciclos como este, con respecto a la clasificación de las películas y las consecuentes restricciones horarias?

V.: Todas estas películas terminan cayendo en un ciclo de trasnoche. Cualquier película que no esté clasificada como “Apta para todo público” no se puede pasar antes de las 22. Las formas de clasificación y las respuestas son muy ambiguas. “Clima agobiante”: así se calificó Crónica de un niño solo y por eso está prohibida para menores de 13 años.

N.: Esta es otra discusión: ¿por qué muchas películas son prohibidas para menores de 13 años? Simplemente por la temática, y no porque haya una escena en particular. Es un tema que no depende de nosotros. La clasificación de las películas en Argentina es conservadora.

¿Los cambios en estos años en materia de diversidad y derechos no repercutieron en la clasificación de las películas? Unx niñx puede tener una familia homoparental pero no puede verla por televisión…

V.: Exacto. En las ficciones no hubo cambios, son “Solo Aptas para Mayores de 13 años”. Por ejemplo, Familias por igual está clasificada SAM 13 y trata de familias homoparentales. ¡Es para las escuelas esa película! El ente de calificación está atrasado con respecto al mundo en el que estamos viviendo. Es un tema complejo, porque el canal se nutre de un contenido que viene preclasificado por otros y las películas las recibimos así. Estamos provocando algunos insomnios, porque programamos muy bien en la franja horaria después de las 22 (risas). Los temas de estas películas tienen que poder charlarse, comprenderse. Están en la vida de las familias. Un joven que quiere hablar con su padre sobre su homosexualidad y no le encuentra la vuelta, ¿qué mejor que estar cenando y que le pongan la película? El cine tiene esa manera tan intensa de llegar a todos que quizás te abre puertas. En una pena terrible, es una discusión que hay que seguir teniendo. 

N: Para nosotros es clave este tema, porque prácticamente todo está prohibido. Nos encantaría poner algunas películas más temprano, pero no podemos. Además, en muchas películas no hay nada que los niños no puedan ver, y de hecho ven cosas realmente terribles en la calle. El criterio no puede ser prohibir, pareciera que el trabajo es prohibir y prohibir tiene que ser la excepción.

Lengua materna
lunes 2 / martes 24 a la medianoche. 
Otra historia de amor
martes 3 / lunes 16 / miércoles 25 a la medianoche. 
Un año sin amor
miércoles 5 / martes 17 a la medianoche. 
Ronda nocturna
lunes 9 / miércoles 18 a la medianoche. 
Las pibas
martes 10 a la medianoche. 
Vil romance
miércoles 11 / lunes 23 a la medianoche.

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