La pareja de artistas que tal vez sea la más extravagante de toda Gran Bretaña ha incorporado por primera vez en su historia a una tercera persona para conformar, en la galería Serpentine de Londres, una escultura viviente: Victoria, una enfermera trans. Gilbert & George, que hoy tienen 72 y 73 años, han sido uno de los dúos más notorios de la escena artística británica por casi cinco décadas, escandalizando, inspirando y divirtiendo desde entonces al público en partes iguales. “Cuando oímos que la propuesta de la galería era la consigna de la transformación, pensamos en llevar adelante nuestra propia transformación como artistas”, dijo George. Gilbert & George conocieron a Victoria, que trabaja y vive en el Reino Unido, de casualidad en Mónaco. Victoria estaba ahí festejando su cumpleaños número 30 y el asistente de los artistas se las presentó. Es oriunda de Filipinas, ha tomado hormonas desde sus 18 años, para pagar sus estudios ha trabajado como enfermera desde 2009 en el noreste de Londres. Nunca había sido parte de una propuesta artística similar. Gilbert Proesch y George Passmore se conocieron en 1967 mientras estudiaban arte y han desarrollado una simbiosis absolutamente perfecta a lo largo de los años. Ya en esa época se declaraban a sí mismos “esculturas vivientes” y aparecían en público, por lo general, impecablemente vestidos con traje y corbata. Y se hicieron conocidos por su trabajo humorístico y provocativo, que muchas veces incluía, además de sus propios cuerpos, alusiones a sus temas preferidos –sexo, religión y dinero– y slogans satíricos como la consigna que llevaron cuando fueron invitados a un festival ambientalista, también de la galería Serpentine: “fuck the Planet”.