Vie 22.04.2016
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CINE

RÁPIDO Y FURIOSO

La próxima semana se estrena el segundo capítulo de Desacato a la autoridad, relatos de punks en Argentina (1983-1988), una película imprescindible que recorre en tres entregas la historia, resistencia y unión de aquellxs que lucharon por su derecho a no encajar.

› Por Alejandro Dramis

Carnal, agitador, heroico y otros tantos adjetivos podrían utilizarse para retratar este documental dirigido por Tomás Makaji y Patricia Pietrafesa sobre el surgimiento y el desarrollo del movimiento punk en la Argentina durante los últimos años de la dictadura y los primeros de la democracia alfonsinista. Músicas, ropas y luchas contra un enemigo común de variados nombres: normalidad, policía, Estado, discriminación. Bandas como Los Testículos, Los Laxantes, Los Violadores, Sentimiento Incontrolable, Tumbas N.N., los fanzines Vaselina, La Furia y los testimonios de Patricia Pietrafesa, Marcelo Pocavida, Luis Alacrán y tantos otros hacen de este film una cita impostergable.

El primer capítulo (que se puede ver en YouTube) plantea la situación política, social y callejera de aquellos años y la necesidad de rebelarse con los medios que estaban al alcance: instrumentos, publicaciones caseras y alianzas estratégicas entre punks, heavys, gays, lesbianas y travestis para resistir la represión, tal como lo relata Patricia Pietrafesa: “Esa alianza fue muy fuerte entre el 83 y el 87. A Ruth Mary Kelly la conocí el 8 de marzo de 1984 en la puerta del Congreso. No había casi nadie. De golpe la veo a Ilse Fuskova con un cartel, más allá a Ruth. Nos hicimos cercanas. Me regaló el libro de los edictos policiales, que empecé a fotocopiar y repartir por todos lados. Ya existía la CHA. Todos estábamos por la derogación del ‘Segundo Hache’ y la ‘Averiguación de antecedentes’. Y después por la derogación de todos los edictos”. El segundo capítulo se concentra en la puesta en práctica de las herramientas de crítica social que proveía el punk: cooperativas, acciones públicas, festivales, el compromiso con los Derechos Humanos y los grupos clandestinos de lectura: “Se leían desde Foucault hasta Perlongher. De esos ámbitos surgió la primera manifestación contra los edictos. Éramos pocos y era imprescindible estar juntos”, señala Patricia. El tercer y último capítulo, que verá la luz el año próximo, propone una conclusión y un análisis particular sobre el significado de desacatar a la autoridad. El documental es una prueba ferviente de que el punk no constituye una etiqueta clasificatoria o simplemente un estilo musical, sino la capacidad de crearse a unx mismx sin pedirle permiso a nadie, el modo de obtener la energía necesaria para manifestarse contra todo estereotipo social y normativo en pos de la libre expresión de los cuerpos y las mentes.

Proyección y debate del capítulo 2: miércoles a las 19 en el Museo del Libro y de la lengua, Av. Gral. Las Heras 2555.

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