En primer lugar, siempre voy a defender la ley de identidad de género. Es prioridad en mis argumentos. Soy una chica transexual que se realizó la cirugía de cambio de sexo y lo que cuento lo cuento desde mi experiencia de vida. Desde los aciertos y errores en los años de transición y desarrollo, sumado a mi profesión como periodista, escribo con la intención de llegar a mis pares para poder ayudar a tener una mejor calidad de vida. No soy médica ni vocera de doctores pero si transité varios pasillos de hospitales durante años que me devolvieron un aprendizaje para compartir.

La nota “La pastilla del día inicial” gira en torno a la no automedicación. Muchas personas que deciden cambiar de sexo no poseen información de cómo empezar el tratamiento de feminización hormonal y terminan en la automedicación poniendo en riesgo su vida. Despejar las dudas es el desafío de tod@s. Considerando el cuidado necesario de nuestro cuerpo es que se recomienda con tanto énfasis la consulta al médico especialista. No se quiso expresar en estas páginas que el especialista es condición para la identidad de género de cada persona.

Pido disculpas así como transmito el pedido de disculpas de esta edición que se expresa también en el hecho de estar dedicando esta página aclaratoria. Disculpas si en algún fragmento la idea no quedó clara y causó ciertas incomodidades y molestia... Reitero, la idea principal es poder ayudar a la chica trans que se encuentra perdida y carente de información.

La aclaración más relevante es que en la nota hay muchos puntos tomados de la expriencia, que es la mía, no la de todas las personas, reflejan las de buena parte de gente que conozco. Me refiero, por ejemplo al punto de que “Las pastillas anticonceptivas suelen ser las primeras en la lista para iniciar la hormonización”. Las chicas trans suelen empezar la automedicación con pastillas anticonceptivas.

En la nota yo contaba que “También hay que saber que, además de las complicaciones médicas si no se realizan los estudios pertinentes, que lleva a la pérdida del deseo sexual y a la atrofia del pene. Esto significa la no erección y no eyaculación produciendo impotencia y la renuncia a una futura reproducción”. Debí sin dudas aclarar que esto lo estaba contando desde mi propia experiencia personal, al igual que mi consejo,

“el tratamiento de feminización no es conveniente abandonarlo y volverlo a retomar”.

Sin dudas la nota contiene un error lamentable en el siguiente punto. “Quien desee realizar una cirugía de cambio de sexo deberá haber cumplido con el periodo de hormonización que lleva años.” Sólo resta aclarar aquí que la intención era aconsejar a la chica transexual que antes de realizar la cirugía del cambio de sexo pase por la experiencia de la hormonización. Aclaro que no es obligatorio dicho tratamiento para la intervención quirúrgica.

También dice la nota que “hormonizarse es de por vida”. Reconozco el error al no aclarar que para algunos médicos después de la cirugía de cambio de sexo se recomienda continuar con la hormonización, como también otros consideran que no es necesario. Desde la experiencia personal, la frase “hormonizarse es de por vida” quedó guardada en mi pensamiento cuando visitaba médicos. Aclaro que no es obligatorio hormonizarse.

Se me ha planteado en redes sociales y en la carta publicada en esta edición de SOY que la ley de identidad de género argentina no requiere estudio psiquiátrico alguno para comenzar un tratamiento hormonal y/o quirúrgico. Estoy absolutamente de acuerdo. En la nota no se plantea ese requisito. En ningún momento se dice que alguien te puede obligar a realizar el tratamiento hormonal para acceder a la cirugía. Si una chica trans quiere realizarse la cirugía de cambio de sexo y no pasó por el tratamiento hormonal, lo puede hacer, está en todo su derecho y ningún médico tiene que exigirle ningún estudio psiquiátrico ni hormonal previo. Mi recomendación de chica trans a chica trans es por haber pasado por la experiencia de hormonización.