Viernes, 26 de diciembre de 2008 | Hoy
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Sin que la idea sea que nos dé un chucho de frío al usarlo, este simpático viobrador, que emula un pingüinito es un ejemplo de la tendencia naïve que hace un tiempo se ve en materia de consoladores. Todo para que a la hora de hablar de juguetes ya no haga falta apelar a un doble sentido.
¿Llega un momento en que los juegos de mesa se ponen más aburridos que una Oca? No tiene por qué ser así. Con algunas pequeñas variaciones pueden tener su encanto. Al menos eso es lo que se propone “Who is naked?” (¿Quién está desnudo?), una versión sin ropa del tradicional juego de deducción conocido como “¿Quien es quién?”. Visto así, el reglamento impone a los participantes la obligación de formular preguntas sobre detalles íntimos y atributos de cada uno de los 24 personajes que aparecen en las tarjetas. ¿Lo tiene así? ¿Lo tiene asá? Se convierten en pistas para salir triunfales. Excelente juego de mesa para romper el hielo si lo hay, y pasar del living a la cama.
Precio: 25 euros
Más datos: http://www.lazyboneuk.com
Ya que vienen fallando los intentos de erotizar el preservativo, llegan los intentos de darle una doble utilidad. Aquí se consiguen estos que llevan impreso un centímetro para aquellas personas a quienes el tamaño les importa y quieren constatarlo.
Más información www.vincom.com
Para quienes dicen “si no lo veo no lo creo” y para quienes quieren ver por dónde van, salió al mercado Oral Sex Light. Un aparatito que, colocado detrás de la oreja del interesadx, ilumina la zona en cuestión del compañerx y permite que donde se ponga el ojo se ponga la lengua. El envase aconseja: “No vayas allí abajo sin este producto”.
Precio 13 dólares
Más datos: NerdApproved.com
Adiós a esas bizarras vaginas plásticas, gargantas profundas tan mal reproducidas y tan poco inspiradoras. Acaba de aparecer el nuevo “masajeador masculino”, uno de los juguetes tecnológicos más novedosos del año. Viene con una caja mágica con accesorios de todo tipo: protuberancias de silicona que tratan de imitar el interior de una caverna y cuyo nivel de contracción puede ser controlado por el usuario a través de sus tres botones que activan tres zonas diferentes. Viene también con tres lubricantes según la cosa venga “Mild, Real y Wild” o suave, real o salvaje.
Precio: 79,8 euros
Si uno está romántico y le vienen ganas de regalar un peluche, por qué reprimirse. Pero tampoco es la idea comprar el primero que aparezca en la vidriera. De hecho, ni el osito rojo brillante ni el osito dark están a la vista. Pero sí a la venta.
Precio 37 euros
Más información www.vincom.com
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