Uno de los reclamos que la CHA viene sosteniendo hace más de 20 años y que supo acompañar Carlos Jauregui por la ley Antidiscriminatoria, que aun cuando fue aprobada en 1988, no incluyó a la orientación sexual, la identidad de género o su expresión como causales de discriminación. Estos tres ítems se incorporaron en la moficación de dicha ley que tuvo media sanción en la Cámara Baja de la Nación la semana pasada. Además, el nuevo texto que responde a un proyecto de la diputada Marcela Rodriguez, acepta a las organizaciones representantes de las minorías como litigantes en causas originadas por esta ley e invierte la carga de la prueba: es decir que no es la persona discriminada quien debe demostrar la agresión si no el o la supuesta agresora quien tiene la responsabilidad de hacer y demostrar su descargo.