¿Cuáles son los pasos a seguir para acceder al seguro?

—Las personas trans y las mujeres víctimas de violencia doméstica que requieran el seguro de empleo y capacitación deben acercarse a cualquiera de las oficinas de la red que existe en todo el país. El directorio de oficinas de empleo, provincia por provincia, puede consultarse en la web del Ministerio de Trabajo (www.trabajo.gob.ar). Ahí se les entrega un formulario que las personas solicitantes completan con sus datos y también firman una declaración jurada. En la oficina de empleo se constatan los requisitos que pide la Ley de Identidad de Género, y luego se presenta a esa persona como postulante para adherir al seguro. Una vez que está aprobada esa postulación, se completa la historia laboral y él o ella se incorpora al Seguro de Capacitación y Empleo, entonces empieza a acceder a entrevistas, cursos, talleres de formación. Y, eventualmente, se les brinda apoyo económico para llevar adelante un emprendimiento productivo.

¿Qué monto tendrá el seguro? ¿Hay algún tope temporal para cobrarlo?

—El monto básico es de 225 pesos y se va incrementando según las distintas acciones que realizan las personas. Es decir, en la medida en que van haciendo cursos de capacitación, talleres, prácticas, etc., se les va incrementando el monto que reciben hasta llegar a los 1500 pesos. Son distintas escalas de acuerdo con las actividades que realizan. No están obligadxs a capacitarse. Pero si la persona está capacitándose en los cursos que ofrecemos, que son gratuitos, va a recibir una ayuda mayor que le permite viajar, cubrir otros gastos de estudio, etcétera. Es una forma de incentivar la formación. El Seguro puede durar hasta dos años.

¿Cómo se articula esta medida de los convenios de trabajo trans que se vienen firmando con algunos municipios de provincias como Catamarca, Córdoba, Buenos Aires?

—Las políticas de empleo hacia la población trans que veníamos llevando a cabo hasta ahora eran más focales, más fragmentarias, menos sistemáticas. Esas políticas permitían también incorporarse a cursos de capacitación, brindan asesoramiento en los emprendimientos en los que las personas ya venían trabajando o que planeaban tener, pero no se les daba este tipo de cobertura durante dos años. Eran acciones más directas y más vinculadas con la capacitación. Con esta medida potenciamos la política con el subsidio y además le damos alcance nacional.

¿Lxs beneficiarixs pueden capacitarse en lo que quieran?

—A todas las personas sin empleo nosotros les proponemos ir construyendo lo que se llama un proyecto ocupacional. A través de entrevistas en las oficinas de empleo vamos detectando cuáles son las capacidades de esa persona que se acerca. Rastreamos juntos las capacidades que la persona cuenta que tiene y las que, sin saberlo, también tiene. El primer paso es sistematizar todo lo que uno ya sabe hacer, luego de eso pensar en lo que le gustaría hacer y pensar cómo trazar ese camino desde lo que sabe hasta lo que quiere. La mayoría de las veces nos encontramos con que las personas saben hacer mucho más de lo que suponen. Nosotros tenemos una amplia oferta de capacitaciones ya preparada, puede ser en trabajos textiles, gastronomía, etcétera. Pero también vamos modificando los cursos y talleres según lo que las personas que se acercan nos plantean que quieren aprender. Es decir, se va consensuando.