Icono transexual según una serie de fans y publicaciones, Heather Cassils se hizo popular por el beso ultra hot y queer del video Telephone de Lady Gaga y Beyoncé. Pero hace rato que viene trabajando con su cuerpo como material de sus esculturas y performances. Nació en Canadá, vive en Los Angeles, es personal trainer y artista. El ejercicio y la dieta aparecen como herramientas de construcción sobre lo que nos es dado. Arte conceptual, feminismo, body art, homoerotismo y un toque hollywoodense forman parte de una gramática personal que no admite división cierta entre masculino y femenino.

¿Hombre o mujer? ¿Trans o no trans? Es una pregunta muy difícil de responder porque mis propios sentimientos no son tan claros. Si bien me siento un hombre, jamás he tomado hormonas, por lo tanto tengo voz de mujer y busto todavía. Tetas y voz aguda son significantes femeninos; entonces, si la gente presta atención a esas partes de mí, me leen como mujer. En general la gente piensa que soy un muchacho, y eso me gusta más. El otro día estaba en un spa y un grupo de mujeres grandes me corrieron enojadas al grito de “¡Fuera!”. Yo me empecé a reír y les señalé mis tetas, diciendo: “Está todo bien, soy una chica”. Inmediatamente comenzaron a titubear y a pedirme disculpas.

Sí tengo claro que no soy lesbiana, nunca me sentí como tal. Haciendo historia, siempre salí con mujeres hétero. Mis amigos suelen decirme que convertí a muchas. Pero para mí salir con una mujer hétero no implica convertirlas, ya que, a diferencia de las lesbianas, me tratan como a un novio. Para ellas estar con un hombre es la única experiencia que conocen. Me gusta estar en el otro extremo de esto. Y no me gusta cuando cortan la relación porque suponen que no soy un chico.