Esta carga de cuerpos desnudos
que se dirigen a morir cada noche caminan
sobre los orificios de la nada.
Lejos de saber el destino
que ignora el origen
los cuerpos de gladiadores
esclavos, efebos, ángeles paganos
caminan con la lentitud de la muerte.
Así van los hombres de mi vida cada noche
a morir en las playas de este mar de sábanas
algunos se mueren por amor
otros por dinero
que es también amor.
Cada mañana tiro las cenizas de sus cuerpos.
Un vecino hace la denuncia cada mañana:
Es un asesino, declara.
Y cada mañana reitero
la inocencia
que llevo sobre las espaldas.
Mi cuerpo no será tuyo
tu cuerpo no será mío
mueca que esboza la sonrisa
a duras penas
el cuerpo nos pertenece
propio
evidente
jugamos al desastre
la posesión
la cosa
somos energía
mares
tumultuosos
cálidos
sostenidos
por las paredes de lo nuestro
que creemos nuestro
deseamos nuestro
los cuerpos
bagajes de ideas
correspondencias de otras épocas
imágenes
si logramos mirarnos,
los fusilamientos
suenan turbios
desvanecidos
inútiles
A destiempo alimento el cuerpo:
sopa instantánea
leche instantánea
polvos enlatados
amor instantáneo
risa instantánea
muerte súbita.
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