Objetos voladores no identificados, que aparecen en lugares terrestres muy bien identificados. Así, en pocas palabras, podría definirse el fenómeno antiquísimo pero creciente del “turismo ovni”: inevitablemente, los hombres siempre se han sentido atraídos por los supuestos mundos extraterrestres y sus visitas a nuestro planeta, y son proclives a visitar los sitios privilegiados donde los “platos voladores” se posan en tierra para hacer un reconocimiento del terreno. En estos tiempos de turismo espacial, ya nada parece imposible: he aquí, entonces, algunos de los destinos más conocidos de los “viajes ufológicos”, en la Argentina y en el mundo. Viajes que siempre hay que hacer con una cámara fotográfica, no sea cosa de que el ovni llegue y uno no pueda documentarlo: una foto sigue siendo una foto, incluso en la era del retoque digital.

En Córdoba, el cerro Uritorco es famoso por los supuestos avistajes de ovnis.

Ovnis argentinos

Córdoba es la “capital argentina” del fenómeno ovni: en Villa General Belgrano se encuentra un bizarro pero interesante Museo Ovni y el cerro Uritorco es famoso por los supuestos avistajes de naves extraterrestres. El Museo Ovni de Villa General Belgrano se encuentra cerca del acceso a la ciudad y basta con tocar el timbre y anunciarse para ser recibidos por la fundadora, que se encarga personalmente de disertar sobre el tema y mostrar los objetos de una rica y variada colección reunida a lo largo de años, no sólo en Córdoba sino también en otros lugares de la Argentina y el mundo. Incluso para los incrédulos, hay en la muestra objetos que exceden el tema ovni y son de interés para turistas y curiosos. Entretanto, el Uritorco es el centro de las historias sobre luces y naves, o simplemente sobre una energía particular que se desprende del lugar y que ya era apreciada por las culturas nativas. Sin duda, los lugareños aprecian las historias de ovnis, y sobre todo desean desmitificar las imágenes de las películas, más o menos aterradoras o burlonas, sobre los hombrecitos verdes con antenas incluidas.

Mitos aparte, el Uritorco merece ser conocido por la belleza del lugar, en el corazón de las sierras cordobesas. Se puede acceder desde Capilla del Monte, la ruta tradicional, o bien en vehículos todoterreno desde La Cumbre, recorriendo parajes menos transitados pero que requieren autorización, ya que pasan por terrenos particulares.

Contacto en Canarias

Mientras gran parte del turismo europeo llega a las Islas Canarias en busca de sol, playas, buceo, resorts y parques naturales, hay algunos viajeros con otros objetivos: lograr avistar un ovni y, por qué no, hacer contacto con sus tripulantes. Tenerife está considerado como uno de los lugares más importantes en materia de ovnis, con innumerables relatos sobre avistajes y hasta presencia de seres de otros planetas en varias de sus playas. Sobre todo en torno del Teide, un volcán de 3718 metros de altura, que es el pico más alto de España y se ganó fama de “infierno”, según el significado de la palabra nativa que le dio el nombre. Claro que hay que conformarse con hacer el intento de avistar ovnis desde abajo, ya que el volcán no se puede escalar hasta la cima, o bien desde un teleférico que recorre parte de sus laderas. El Parque Nacional del Teide es el más visitado de España y no es ajena al fenómeno la ¿fantasía? según la cual es un buen “sitio de contacto”: así lo aseguran decenas de sitios web dedicados a promocionar los lugares más seguros para entrar en la mira de los extraterrestres. Hace algunos años, miles de personas se reunieron en el Teide para una fiesta colectiva con fines ufológicos, pero parece que tanto desborde causó alguna intimidación en las esferas astrales y no hubo finalmente resultados concretos. Mientras tanto, las cimas nevadas del Teide merecen la visita por la sola belleza natural del lugar, con “platos voladores” o sin ellos.

Extraterrestres en el International UFO Museum de Nuevo México, EE.UU.

Roswell, el padre de todos los ovnis

Una ignota localidad de Nuevo México, en Estados Unidos, se convirtió a partir de 1947 en la patria virtual de todos los ufólogos del mundo. El “incidente Roswell”, así llamado por el nombre de la ciudad donde supuestamente una nave de extraterrestres se estrelló ese año, provocó desde entonces incontables películas, libros, artículos periodísticos y visitas turísticas, sin mencionar los feroces debates entre los escépticos y los convencidos. Hay que recordar que por entonces estaba fresco todavía el recuerdo de la emisión de la Guerra de los Mundos, en 1938, con sus escenas de pánico colectivo. Aunque hoy una de las teorías más aceptadas asegura que los restos hallados por un granjero no fueron de un ovni sino de un globo secreto con el que Estados Unidos tenía intención de espiar a la Unión Soviética, Roswell no está dispuesto a renunciar tan fácilmente a los ingresos que le reporta el turismo ovni.

En la ciudad, que organiza anualmente un Festival OVNI Internacional, “el” lugar a visitar es el International UFO Museum and Research Center, repleto de informaciones, evidencias, teorías, fotos y supuestas “pruebas” que reavivan el debate sobre ovnis y extraterrestres. Inaugurado en 1991, el museo se ganó apenas cinco años después el título de “destino turístico top de Nuevo México”. Por supuesto, cada habitación del museo fue diseñada para revivir el incidente de 1947, con sectores dedicados a la cobertura gubernamental, a las informaciones de la prensa y a los avistajes de ovnis en general.

La ruta chilena

Del otro lado de la cordillera también hay lugares apreciados por los extraterrestres para sus incursiones por este mundo. Las autoridades de turismo chilenas promueven el establecimiento de una Ruta Mística y del Turismo Ufológico, con eje en San Clemente y la VII Región, donde recientemente se realizó un congreso sobre el tema. Según el director nacional de Turismo, Oscar Santelices, “es valioso que el fenómeno ovni pueda servir también como un atractivo turístico para que los visitantes se interesen por conocer y explorar una zona de la cordillera, la VII Región, que posee un enorme valor biológico”. En la Reserva Nacional Altos de Lircay existe un sendero turístico conocido como “El Enladrillado”, que se supone ideal para el avistaje de ovnis, y lo mismo sucede en la localidad de Colbún Machicura, dentro de la misma región, sin contar otras tradicionales como el desierto de Atacama, en el norte de Chile, Laguna Verde (V Región), Puerto Natales y Punta Arenas en el Sur.

Claro que tanto avistaje de extraterrestres no puede sino chocar con los expertos en astronomía que también aprovechan los diáfanos cielos de la cordillera chilena para la observación de planetas y estrellas: al menos, si no se ven ovnis sí está garantizada la maravillosa vista del cielo austral.

Ovnivología nórdica

En el centro de Noruega, no muy lejos de Trondheim, se encuentra el remoto valle de Hessdalen. Probablemente nunca hubiera salido de las crónicas del turismo local o de los adeptos al exotismo, si no fuera por un raro fenómeno de luces que se observan desde hace varios años y que han dado origen a toda clase de conjeturas e imaginaciones sobre naves extraterrestres. La curiosidad cobró tanta fuerza que se estableció una estación de medición automática, en medio del característico paisaje noruego de montañas, lagos y bosques, encantador tanto en verano como en invierno, cuando la nieve cubre todo y llega la esperada temporada de esquí. La región, que antiguamente también fue importante para la explotación minera, es ideal para la caza y la pesca de salmónidos, y en particular para el avistaje de renos, todo un símbolo de los bosques nórdicos.