Para muchos viajeros, las salidas en bicicleta son ideales para disfrutar del paisaje, pedaleando sin apuros y sin el ruido de motores. Además, son un buen ejercicio y también es posible detenerse cuando se quiere a la vera del camino o del sendero.

En los alrededores de El Calafate hay varios circuitos para recorrer en bicicleta. El más sencillo es autoguiado: bordea la Bahía Redonda por el Paseo Costero hasta una saliente llamada Punta Soberana, que se adentra en el Lago Argentino. El camino es llano y casi todo de asfalto, y se tarda cerca de una hora hasta Punta Soberana. Quienes lo deseen pueden seguir un poco más hasta la laguna Nímez –muy poblada de bandurrias, flamencos, cauquenes y otras especies—, donde se realiza una caminata. La excursión completa recorre alrededor de 15 kilómetros y dura tres horas.

LAGO ROCA Una excursión un poco más exigente es la que une lago Roca con El Calafate. El tramo de ida hasta el lago Roca –unos 60 kilómetros–, se hace en una camioneta que al regreso sirve como vehículo de apoyo y seguridad. En el lago Roca, que forma parte del Parque Nacional Los Glaciares, hay un confortable camping y unos dormis para dos y cuatro personas en medio de un bosque.

Desde el lago Roca se comienza a pedalear, siempre por la ruta provincial 15, casi toda de ripio en buen estado y con muy pocos desniveles. En el trayecto se pasa por los cascos de las estancias Lago Roca, Alta Vista –donde se recarga agua–, Chorrillo Malo y Anita, frente a la cual hay un monumento a los fusilados de la Patagonia Rebelde. También se ven los solitarios “bloques erráticos”, unas piedras descomunales en medio de las planicies que fueron arrastradas hasta allí por la fuerza incontrolable de los glaciares hace miles de años. En el recorrido se atraviesa la estepa con los picos nevados al fondo del paisaje y más adelante hay diversas vistas del lago Argentino donde flotan los témpanos a la deriva. Y muy a lo lejos, se ven los fulgores radiantes del glaciar Perito Moreno.

Al no ser una ruta muy transitada, se suelen ver cóndores, águilas moras, liebres, zorros, guanacos y, con mucha suerte, algún choike o ñandú. El paseo, incluyendo varias paradas y el almuerzo, dura 6 horas. La excursión cuesta $300 por persona e incluye la bicicleta, una vianda, casco, traslado y vehículo de apoyo.

EL CHALTEN La alternativa más exigente es la travesía que une las localidades de El Chaltén y El Calafate en un mínimo de dos días y una noche. Lo recomendable es partir desde El Chaltén porque de esa forma los vientos están a favor del ciclista. Por eso se sale el día anterior desde El Calafate en una camioneta con las bicis cargadas hacia El Chaltén, para pasar la noche en una posada o en carpa. Al día siguiente a las 9 de la mañana se comienza a pedalear por la ruta provincial 23 –de asfalto—, y luego se empalma con la Ruta 40. La salida desde El Chaltén es el tramo más espectacular, con unas increíbles vistas de los macizos del Torre y Fitz Roy, a lo que se suman unas paradas en diferentes miradores para observar el glaciar Viedma.

Al atardecer se llega al parador Luz Divina junto al río Leona, donde se puede dormir tanto en las habitaciones como en el camping, equipados con baño, agua caliente y luz eléctrica. Y al día siguiente, otra vez al atardecer, se llega a El Calafate. En total son 220 kilómetros (se puede optar por hacerlo en tres días) y se pedalea un promedio de 7 horas por día. La ventaja de tener una camioneta de apoyo que lleva todo el equipaje es que si uno se cansa de pedalear, se lesiona o llueve, puede subirse al vehículo con bicicleta y todo para descansar.