En el año 1965 una patrulla de reconocimiento de la Gendarmería argentina se topó con otra de carabineros chilenos en los bosques que rodean al Lago del Desierto. Allí, en uno de los rincones más hermosos, virginales y pacíficos del mundo, se suscitó un inexplicable enfrentamiento armado. Y surgió un conflicto limítrofe entre los dos países por la posesión del maravilloso lago rodeado de frondosos bosques de lenga y ñire. Como estrategia geopolítica, el Estado argentino creó en 1985 el poblado de El Chaltén, casi al pie del espectacular Cerro Fitz Roy. En 1994 un tribunal internacional dictaminó que la soberanía le correspondía a la Argentina. El idílico y joven poblado de El Chaltén comenzó primero a atraer a escaladores de alto nivel y luego a caminantes en busca de la Patagonia más agreste, hasta reconvertirse en uno de los centros turísticos mejor ubicados de todo el país.

El título oficial dice que El Chaltén es la Capital Nacional del Trekking. Y razones le sobran para merecerlo porque la variedad de senderos de trekking que hay a su alrededor es casi interminable. Los hay desde muy simples y relajados hasta experiencias extremas como la llamada Vuelta al Hielo Continental. Pero también hay relajadas excursiones para aquellos que sólo desean estar sentados y caminar a lo sumo unos pocos metros, como la navegación que recorre el Lago del Desierto.

RUMBO AL LAGO La excursión al Lago del Desierto parte desde El Chaltén hacia el oeste por la Ruta Provincial 23. En total son 37 kilómetros hasta el lago por un camino consolidado en buen estado, que se puede recorrer con auto propio o también con una combi privada que une el pueblo con el lago tres veces por día, sólo en los meses de verano. En invierno y cuando hay demanda se hace en 4 x 4.

La ruta sigue los caracoleos del Río de las Vueltas por uno de los sectores más húmedos de toda la Patagonia, al pie de la Cordillera de los Andes. Por eso los bosques están entre los más frondosos de la región, con lengas de hasta 15 metros de alto y vistosos ñires que en otoño tiñen de rojo el corazón del bosque.

A los 4 kilómetros de la partida se hace un alto en el camino para visitar la cascada Chorrillo del Salto, al que se llega con una simple caminata de pocos minutos.

La Ruta 23 termina junto a la punta sur del lago y allí parte un sendero de 300 metros hasta un increíble mirador con una vista completa del Lago del Desierto. También hay un sendero que sube por la montaña hasta el lago Huemul, desde el cual se ve desde muy cerca un glaciar de altura del mismo nombre. El huemul es un cérvido pequeño que habita en la zona, muy difícil de avistar. La caminata hasta el Glaciar Huemul dura alrededor de una hora y es algo empinada.

El Lago del Desierto es un espejo de agua de origen glaciario que mide 12 kilómetros de largo por 4 a 8 de ancho según el lugar. Se lo puede recorrer por sus márgenes para acceder a diferentes puntos panorámicos o también surcarlo en un catamarán. La embarcación parte dos veces por día y demora una hora de un extremo al otro, donde se desembarca junto a un destacamento de Gendarmería Nacional Punta Norte. Allí se pasea una media hora con unas vistas increíbles de la cara norte del pico del Fitz Roy y se regresa al punto de partida con la embarcación. Los más aventureros, en cambio, siguen caminando hacia Chile con la mochila en la espalda.

Este circuito es peatonal o para aquellos que viajan con sus bicicletas. Muy cómodo, bastante plano y de fácil accesibilidad.

El Lago del Desierto es también un buen lugar para la pesca con mosca, donde se pueden sacar buenos ejemplares de truchas, siempre dentro de las limitaciones del reglamento de pesca de la provincia.

A CHILE Quienes siguen camino a Chile realizan en Gendarmería los trámites migratorios. En primer lugar bordean la Laguna Larga y luego la Redonda hasta el límite Hito IV. Después se continúa hasta el lago O’Higgins donde está el puesto de carabineros chilenos y se hace los trámites de inmigración. Hasta este lugar son unas seis horas de caminata por increíbles senderos. A orillas del lago O’Higgins se puede acampar o también alojarse en la estancia El Candelario. El circuito es bastante plano, sin mayores exigencias, e incluso se puede recorrer en bicicleta.

Dos veces por semana una lancha cruza el lago hasta el pueblo de Villa O’Higgins, donde comienza la Carretera Austral de Chile.

Muchos viajeros utilizan esta vía para ir a conocer la Patagonia chilena desde El Chaltén, sin tener que regresar a El Calafate. Aunque la gracia, claro está, es la caminata por uno de los sectores más vírgenes de la Patagonia.