En poco más de tres horas de viaje la gran ciudad queda atrás. Pero no tan lejos. Por eso Tandil es una escapada ideal para internarse en las sierras bonaerenses, con su propio aire, su ritmo y su vegetación, donde el descanso se puede combinar con actividades al aire libre como kayak y cabalgatas. Y si se va con chicos también hay un zoológico para visitar. A continuación, un informe con cuatro alternativas de alojamiento: una posada, una estancia, complejos de cabañas o camping.

CASONA CRIOLLA La casa, levantada en 1890, es un típico ejemplo de arquitectura criolla con reminiscencias europeas y toques coloniales. Las Acacias tiene una galería abierta al tranquilo jardín, un piso en damero de granito, un aljibe y techos bordeados con cenefa de chapa recortada. El estilo de las casas de campo “a la europea” se refleja en el hermoso jardín de invierno vidriado con muebles franceses reciclados donde se puede tomar el té o disfrutar en silencio de la buena lectura. El predio de tres hectáreas está amurallado por una pared de ligustro, pinos y eucaliptos. La ubicación al pie de la Sierra de las Animas, en una zona de casas muy espaciadas, evita el ruido de los autos.

Tumbado en una hamaca, el visitante puede observar en paz la variedad de acacias que le dan nombre al lugar: la francesa, la falsa acacia, el aromo –una clase de acacia– y la de Constantinopla. Además, hay varios tipos de pinos, seis frondosos nogales, olivos y abedules.

Las nueve habitaciones de Las Acacias dan a la galería con vista al parque. Sus puertas y ventanas, entonando con el estilo criollo, fueron adquiridas a diversas estancias de la zona para ser recicladas. Cada cuarto tiene TV por cable para los días de lluvia y una videocasetera para quienes deseen seleccionar alguna película en la completa videoteca de clásicos del cine disponibles en el lugar. Pero también la buena música es otra virtud de Las Acacias, que fue pensada para que cada cual se sienta como en su casa, y cuando lo desee se instale en el living, se sirva un trago y ponga un CD en el equipo de música. La variedad incluye a Dino Saluzzi, Ella Fitzgerald, Luis Salinas, J. S. Bach, Nat King Cole y una selección de óperas famosas.

ESTANCIA DON LIBORIO Cuando hace unos años el casco de la estancia Don Liborio comenzó a recibir turistas, sus dueños decidieron atenderlos como antes atendían a los amigos que los visitaban. O sea que siguieron haciendo los mismos asados junto a la pileta, dejando los caballos a disposición para un paseo al atardecer, e invitando a todos con un whisky en el living de la casa después de la cena, con buena música.

Sobre el kilómetro 156,5 de la ruta nacional 226 está la tranquera de Don Liborio, que el visitante debe abrir y volver a cerrar para que no se escapen los caballos. Un kilómetro más adentro está el casco al que se llega por larga avenida flanqueada por plátanos.

Una escalera de madera conduce a las habitaciones de la segunda planta, cuyos espaciosos interiores tienen piso de pinotea, techos muy altos y grandes armarios de roble con cien años de antigüedad. Tras los ventanales, el exuberante verde de los árboles que rodean el casco apenas deja entrever retazos de cielo y de las sierras que se divisan en la lejanía.

AL CAMPING O A LA CABAÑA Tandil posee alojamientos en medio de la naturaleza para cada bolsillo. Para muchos, la propuesta más interesante son los complejos de cabañas que han surgido en los últimos años en las afueras, equipadas con absoluto confort y con precios más accesibles. Uno de ellos es Brisas Serranas, que dispone de 7 cabañas bien separadas una de la otra en un inmenso parque surcado por un arroyo. Allí hay juegos para niños y una pequeña cancha de fútbol junto a una pileta. Las cabañas están equipadas con vajilla, horno de microondas, hogar de leña, TV, audio con CD e hidromasaje. Dentro del complejo está el Rancho Brisas, que reproduce un antiguo almacén de ramos generales. Allí, bajo un techo de paja, se venden botas de cuero, artículos de platería, embutidos, cerveza artesanal y se preparan comidas caseras para los huéspedes de las cabañas.

Otro complejo de cabañas recomendable es La Escondida, ubicado en un páramo totalmente rodeado de pinos y sauces. Las tres cabañas de La Escondida tienen techo de madera, cocina de gas y microondas, patio privado y parrilla. Y la privacidad entre las cabañas está resguardada con la frondosa vegetación de los jardines, donde hay una pileta.

La variedad de campings en Tandil abarca todos los gustos. Alrededor del Lago del Fuerte hay varios para elegir. Aquí la ventaja es que se pueden realizar actividades náuticas sin motor y se está cerca de la ciudad. Como contrapartida, se está lejos de las sierras. A 5 kilómetros de Tandil hay un camping llamado Las Dinas donde se acampa en una zona ideal para realizar salidas al aire libre. En Las Dinas hay verde por doquier y pocas carpas, lo que permite un mayor nivel de intimidad, con mesas de madera, parrillas, agua caliente y una pileta. Además hay cabañas cuádruples y séxtuples, algunas incluso con hidromasaje.