Por raro que parezca, cada invierno en Las Leñas significa una nueva experiencia. Ya el zigzag del camino que lleva a las altas cumbres entre el departamento de Malargüe y el valle propiamente dicho, luce siempre distinto: los permanentes trabajos sobre la ruta que gira y asciende infinitamente, sumados a las copiosas nevadas, parecen vestir con ropas de estreno las montañas de la cordillera. Nuevos trazos del río Leñas que acompaña el camino a la derecha, peñascos y cortaderas erosionadas por el paso del año, manchones y cambiantes siluetas, terminan por confundir hasta al visitante más avezado. Recién cuando el transporte supera la pequeña estación de combustible y gira a la izquierda, el camino desaparece y el soberbio complejo –diminuto en semejante escenario– entra en escena. Vale la pena detenerse entonces para la primera foto, una postal donde aparece la mágica villa nevada bajo el desfiladero de picos abruptos. Hoteles, restaurantes, medios de elevación y miles de machitas coloridas moviéndose sobre la masa blanca gigantesca, dan la bienvenida al mundo del esquí.

RECIBIMIENTO IDEAL Si ya se ha disfrutado del valle en anteriores temporadas invernales, nada mejor que un programa libre de excursiones y con mucha nieve para el esquí, acompañado, claro, por la exquisita gastronomía de los restaurantes de montaña. Y es que la presencia de buena nieve no es un tema menor: tanto se había hablado con respecto al atraso mendocino, que la expectativa era un tanto esquiva hasta que los ojos comprobaran lo contrario. Y así fue nomás. El valle recibió al grupo de invitados con 1,20 m de nieve en la base, y un profundo manto de más de tres metros de nieve polvo en la cumbre, espacio donde se realizan las actividades que le quitan el sueño a amantes del fuera de pista. Con su capacidad hotelera casi al máximo, la primera semana de la temporada no se privó del clásico festejo de apertura, donde sobraron exhibiciones de esquí y snowboard, la música y las celebraciones, con la presencia de figuras del ambiente artístico –habitúes de estos casos– y músicos de la talla de Los Cafres. Fuegos artificiales y la tradicional bajada de antorchas completaron un recibimiento perfecto para el despegue de la vigésimo sexta temporada invernal, coronada por la noche con un sabroso chivo malargüino asado a la cruz, y acompañado por la carta de los mejores vinos mendocinos.

A la hora de descansar, la oferta del valle tiene un abanico de alternativas, con más de 3500 camas en todo el complejo, y hoteles con todos los servicios para el visitante. Cuentan aquí que fueron más de $ 50 millones los invertidos en la seguridad y calidad del servicio (también para el mantenimiento en medios de elevación, la compra de pisanieves y cañones de fabricación), pero sobre todo para la recuperación de hoteles como el Aries, gerenciado directamente por Las Leñas. Allí se brinda una excelente atención, más actividades para la familia y los niños que en épocas anteriores, y una salida directa a las pistas. Además de completos servicios y habitaciones para bolsillos bien distintos, el Aries tiene un amplio lobby de dos plantas, con un restaurante en cada una de ellas donde puede elegirse entre lo típico de la zona (truchas de todas las formas posibles y chivo en varios platos) hasta platos fuertes en proteínas y los clásicos de la carta internacional. Una buena elección además es su minibar, donde suelen darse espectáculos musicales todas las noches hasta la madrugada, saboreando el último trago o café, mientras algunos hiperconectados mandan vía wi-fi las primeras fotos de este invierno.

AVENTURA EXTREMA El anuncio para el día siguiente de la Extreme Expedition equivale sin dudas a un día de máxima aventura. La excursión para esquiadores medios y expertos a los rincones más vírgenes de la Cordillera de los Andes conjuga el origen del lugar con el excitante esquí fuera de pista. Se trata de cuatro travesías de medio día o día completo, que se alejan unos 30 kilómetros. Los cerros Collar y Torrecillas y la laguna Escondida quedarán para otra oportunidad, pues la elección de esta vez invita a conocer la famosa cuna de la actividad: el Valle Hermoso. Camino a la experiencia, uno de los guías cuenta algo de la historia: “Fue tal el impacto que causó llegar aquí que se decidió abrir la actividad al público. Un lugar tan increíble no podía ser patrimonio sólo de unos pocos que teníamos la suerte de conocerlo por controles de nieve. En los últimos años hay una tendencia mundial hacia los deportes extremos y el turismo alternativo, y estos escenarios permiten conectarse verdaderamente con lo natural”. Desde luego no se equivoca: Valle Hermoso hace gala de su nombre, un paraíso ubicado a 2300 m.s.n.m., con 11 kilómetros de largo y siete de ancho, rodeado de cordones montañosos que son el eje de los frentes fríos de la zona que entran al continente desde el Pacífico. Picos como la Cuesta de las Rabonas o Los Altos Filos del Tiburcio actúan como ventisqueros que descargan sus nieves hacia zonas donde las bajadas son como las de los documentales que dejan con la boca abierta a todos. Las condiciones climáticas, sumadas a su altitud, crean escenarios inverosímiles, entre los cuales figura su gigantesca laguna congelada, que en verano es utilizada también para la curiosa experiencia del buceo de altura. Como este recorrido es el único en durar un día completo, la salida se realiza bien temprano, y sólo se frena a la hora del almuerzo, entre bajada y bajada. Así, el snowbus, un poderoso pisanieves, transporta a nuestro grupo y parte del equipo de Las Leñas sacudiéndose camino arriba, mientras se reparten los equipos fat o polivalentes para sostenerse mejor en la nieve polvo, una mochila con camelback para hidratarse, el casco y un censor del estilo GPS por si alguien sufre un imprevisto. Tras 45 minutos de ascenso y el sorteo de peñones y filos que meten miedo, la máquina llega a destino, y allí se hace el último contacto con la Central de Operaciones de Pistas para saber si todo está ok en la montaña. Con el visto bueno entra en acción el guía líder, que se coloca por adelante del grupo, mientras un pistero socorrista, experto en nivometeorología, cierra el grupo por detrás. Es momento entonces de “largarse” y empezar a vivir una experiencia que no puede contarse sobre una hoja, y cuya sensación en saltos, slaloms y largas bajadas sobre nieves hondas dan la flotación soñada a todo esquiador o snowboarder. Pero además el factor “contexto” juega un rol emocionante, pues se está internado en medio de un paisaje desconocido de la cordillera, donde la flora y fauna se conectan de inmediato con la calma de la alta montaña. Un águila mora, señal de esa proximidad, sigue de cerca nuestra actividad, aunque algunos minimizan la escena con historias de otros viajes en los que aseguran haber cruzado algún zorro plateado, o haberse desviado ante las pisadas de un puma. Así se suceden un par de larguísimas bajadas como quien surfea una ola blanca interminable, hasta que el grupo se reúne, y con un nuevo ok, la intensidad del descenso continúa con curvas y laderas empinadas de algo más de tres kilómetros, terminando en las pistas de Las Leñas, donde la emoción perdura para las anécdotas nocturnas.

FABRICA DE ESQUIADORES Más allá del esquí extremo, el Valle posee 29 pistas (verdes y azules para los que se inician, rojas para los intermedios, y negras para los expertos), y una impresionante oferta en la enseñanza. Además de las escuelas clásicas para niños de todos los complejos, aquí están las llamadas Baby-Leñas (guardería para bebés desde los 60 días hasta el año y medio); Mini-Leñas (destinada a los niños de un año y medio hasta los tres y medio); y Olimpos (entre seis y 12 años). Las Leñas cuenta con espacios exclusivos para los pequeños riders. Snowboard Kids, les ofrece la mejor opción a aquellos que practican snowboard con diferentes actividades programadas de acuerdo con la edad y con la experiencia, así como Mini Riders, enfocado a niños de cinco a siete años, tiene un programa de clases y múltiples juegos pensados en base a las capacidades psicofísicas de la edad. Finalmente, Olimpos-Pro ofrece entrenamiento intensivo para chicos de 10 a 14 años con alto nivel de esquí. Además de las escuelas de adultos formales, en el centro está disponible un equipo de especialistas en esquí adaptado para personas con capacidades diferentes; y por quinto año consecutivo, el innovador sistema Easy Ski aporta técnicas especiales y equipos (esquíes y bastones) más cortos, para que el iniciante disfrute de más tiempo en las pistas y menos en el suelo. Para los adultos que gozan ya de buen nivel y quieren sacarle todo el jugo a la montaña está la Top Class, una invitación a sectores vírgenes de la montaña con el formato de una clase particular intensiva, quizás el paso previo a la Extreme Expedition. En tanto, los amantes del estilo libre tienen su Freestyle Camp, un centro de actividades, trucos y maniobras de los más atrevidos sobre las tablas. Es importante destacar que, para cualquiera de estos niveles y actividades, Las Leñas se ha sumado al anuncio del uso de casco propuesto por la Cámara Argentina de Centros de Esquí, y este año será obligatorio su uso en todos los niños menores de 12 años en cualquiera de sus pistas, con un control en la entrada a los medios de elevación. Para esto el valle destinó una importante suma en la compra de 600 cascos, que forman parte del paquete de alquiler de los equipos.

ACTIVIDADES FULL TIME Además de los eventos y competencias dentro del complejo (si la agenda no falla, para fines de julio se realizará el Rip Curl Groom Winter Explosion, competencia de freestyle para niños), de las tardes de spa y pileta climatizada de sus hoteles, de la recomendable gastronomía de paradores como El Brasero y de la ineludible noche disco en el Ufo Point, quienes tengan la posibilidad de disfrutar la semana de esquí próxima, la cita cercana en Malargüe será imperdible: la ciudad ubicada a 40 minutos del valle será sede del segundo certamen del Campeonato Argentino de Rally Cross Country (www.rallycc.com.ar), competencia que se disputará del 24 al 26 de julio. Allí se reunirán los mejores exponentes de motos, quads y camionetas de todo el país, que deberán superar los desafíos que presenta la geografía nevada del cercano departamento, el más grande y austral de Mendoza. Además, gracias a un acuerdo entre Las Leñas y Malargüe, quienes se hospeden en la ciudad tendrán importantes descuentos en alquileres de equipos y la posibilidad de esquiar todo el día en el valle abonando sólo medio día. Por ello está prevista la salida de transportes que llegan al complejo invernal bien temprano y regresan por la tarde-noche, haciendo útil el día de esquí. Esta es una de las modalidades más utilizadas por quienes desean adquirir promociones como el “Malarweek”, que contempla estadías y excursiones con descuentos que van desde el 15 y hasta el 30 por ciento, y donde además de esquiar pueden visitarse algunas de las reservas provinciales como La Payunia, el volcán Mala Cara o la Caverna de las Brujas, acompañados por la mejor cocina criolla y la simpatía de los lugareños.