Domingo, 28 de noviembre de 2010 | Hoy
EE.UU. EL DISTRITO ART DéCO DE MIAMI BEACH
Antiguamente un banco de arena frente a Miami, hoy unida por puentes al continente, Miami Beach es uno de los centros de la vida social, comercial y artística de la ciudad más latina de Estados Unidos. Un paseo por el barrio Art Déco en vísperas de la cita artística más importante del año, el Art Basel Miami Beach.
Por Graciela Cutuli
Pocos días después de Halloween, las calabazas y brujas que hasta hace poco decoraban las vidrieras de la peatonal Lincoln Road, en Miami Beach, están dando paso a las imágenes familiares y al famoso pavo del Día de Acción de Gracias, que se celebra a fines de noviembre y se considera la más tradicional de las festividades norteamericanas. Las iconografías de ambas fechas sirven, sin duda, para recordar que estamos en Estados Unidos, aunque escuchemos más hablar en español que en inglés, y el sol radiante invite más a pasar el día en la playa que a reunirse en torno a un banquete. En todo caso, aquí hay movimiento todo el año: desde el repleto Apple Store donde los turistas se arrancan de las manos las últimas novedades en tecnología, hasta la librería de Taschen y la colorida vidriera de la galería de arte del brasileño Romero Britto, el desfile es incesante. Apenas se pone el sol, una multitud abigarrada ocupa las mesas de los restaurantes al aire libre, y el rumor de la música se extiende hasta bien pasada la medianoche.
El espíritu latino, sin duda, hizo realidad pero también les puso su toque personal a los proyectos originales de Carl Fisher, el millonario autor de los primeros desarrollos inmobiliarios de Miami Beach, que hasta principios del siglo XX había sido apenas un banco de arena frente a Miami. Así Lincoln Road, la avenida nacida en la huella del Rodeo Drive de Los Angeles o la Quinta Avenida de Nueva York, es el punto de partida perfecto para explorar South Beach, el extremo sur de Miami Beach, donde se encuentra la mayor concentración mundial de edificios art déco.
FRENTE AL MAR En la esquina de Lincoln Road y la Collins Avenue, un gran edificio blanco marca el comienzo del recorrido por el distrito Art Déco de South Beach. Es el hotel Ritz-Carlton, antiguamente llamado DiLido, el nombre que aún hoy luce en uno de los costados para respetar las normas que hacen del barrio un distrito histórico protegido. El hotel –una obra del arquitecto Morris Lapidus, autor de varios emblemáticos edificios art déco de South Beach– tiene el mejor restaurante de Miami Beach para comer con vista a la playa, esa playa de arenas finas y aguas azules donde se destacan los coloridos puestos de los guardavidas en colores pastel.
En los primeros días de diciembre, el antiguo DiLido será también el epicentro de uno de los grandes eventos del año en la isla de la Florida: se trata del Art Basel Miami Beach, la rama norteamericana de la famosa feria de arte Art Basel, que se realiza cada año en Basilea. Del 2 al 5 de diciembre el principal art show de Estados Unidos permitirá recorrer una selección de las principales galerías de arte del mundo y combinarlo con un programa especial de exposiciones, fiestas y eventos con música, cine, arquitectura y diseño para todos los gustos. Y la noche previa, el 1º de diciembre, se realiza aquí también el Master’s Mystery Art Show, una suerte de “fiesta sorpresa para el arte”: para la ocasión se venden a 50 dólares varios cientos de pequeños cuadros-postal originales de 15x22 centímetros, que sólo están firmados al dorso, de modo que el comprador sólo sabrá cuando lo tenga en su poder quién es el autor de la obra. Este año se le agregó además un toque fashion, ya que también se ofrecerán las carteras diseñadas por 25 estilistas cuyo nombre se guarda en el interior de cada accesorio y sólo se da a conocer después de la venta.
ART DECO TROPICAL Todo South Beach, con sus museos y la avenida Ocean Drive a la cabeza, acompaña la movida artística. Pero independientemente de la fecha, el barrio es un paseo de diseño en sí mismo, porque fue aquí donde se construyeron en los años ‘30 decenas de edificios Art Déco que reflotaron la zona después del fuerte crac bursátil que había puesto fin a la década anterior. A este barrio también le dicen SoBe, al estilo del SoHo neoyorquino, por el aire bohemio que impregna sus paseos nocturnos, siempre animados por clubes y discotecas que también están entre los preferidos de la comunidad gay. Y como confirmación de que a nadie le preocupa lo que hace el vecino, el distrito también alberga un número creciente de comunidades judías ortodoxas junto a su público más tradicional, los jubilados de los estados más al norte que huyen de sus fríos inviernos natales para disfrutar del sol de la Florida.
El Art Déco de Miami Beach se conoce como “tropical” y es fácil de distinguir por las tipografías de las marquesinas en hoteles y comercios, los bajorrelieves de flores y flamencos que adornan las fachadas, las líneas puras que reflejan las influencias del cubismo y la Bauhaus, las formas geométricas como el hexágono y el pentágono y el predominio de colores rosa, azul, amarillo y blanco. En la posguerra norteamericana, el distrito se dio a conocer también como Miami Modern (MiMo), un reflejo de la confianza y optimismo de la época que también se puede apreciar en el Wolfsonian, uno de los museos más interesantes de la zona, dedicado a la interacción entre arte, diseño e industria.
OCEAN DRIVE Ocean Drive hay que recorrerla a pie: a un lado, quedan las bajadas hacia la playa y, al otro, la hilera de edificios más importantes, aunque también avenidas laterales como la Collins y la Washington tienen varios importantes exponentes del art déco. Sobre Ocean Drive se organiza todos los años el Art Déco Weekend –el próximo será del 14 al 16 de enero de 2011–, una feria-festival que invade la avenida con ropa, ilustraciones, antigüedades, postales, carteles y música.
Aquí se encuentra también el Art Déco District Welcome Center, con su correspondiente gift-shop, pero sin duda lo más interesante no es lo que está adentro, sino la arquitectura misma de la calle y sus edificios. Gran parte de ellos son hoteles: el Avalon, de austeras líneas horizontales; el Beacon, con su decoración abstracta y un flamenco grabado en las puertas del hall; el Colony con sus luces de neón y sus franjas de colores; el Waldorf Towers con su estilo nautical moderne, rematado por un faro decorativo que hace del edificio una suerte de barco anclado en la orilla de la isla.
A ellos se suman el Park Central, con los colores azules que hacen pensar en el mar de Miami; el colorido Majestic; el Breakwater, diseñado por Anton Skislewicz; el Edison y el Adrian, de reminiscencias mediterráneas; el Cavalier, el Leslie, el Carlyle o el Cardozo, todos construidos a fines de los años ‘30.
La preservación de esta impresionante serie de edificios, que estuvo a punto de desaparecer en los años ’70 bajo la picota de la supuesta renovación de South Beach, se le debe a una campaña iniciada por Barbara Capitman, una judía neoyorquina que integraba la Liga Comunista en su juventud y que años más tarde hizo de Miami Beach su patria adoptiva. Junto con Leonard Horowitz, un residente del lugar, formó la Miami Design Preservation League y logró que se le otorgara el título de monumento histórico a una parte significativa de los edificios art déco de South Beach. Esta es la asociación que organiza el fin de semana Art Déco de cada mes de enero, y también la encargada de proponer a los visitantes paseos a pie o en bicicleta, dos veces por semana, partiendo del Art Déco Welcome Center situado sobre Ocean Drivez
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