COSTA ATLANTICA II
VERANO EN PINAMAR
Cambiando de aire
Tranquilas vacaciones en Pinamar, entre sus extensas playas y los bosques de pinos y aromos ganados a los médanos. Pero también, cabalgatas, golf, sandboard en las dunas y excursiones en 4x4 para entretenerse más allá del mar.
Por Julián Varsavsky
Al llegar a Pinamar, un penetrante aroma a pinos que baja de los árboles ingresa por la ventana del auto y nos da la pauta de que hemos “cambiado de aire” de manera radical. Desde su fundación en 1943, Pinamar ha ido creciendo según un cuidadoso planeamiento urbano que la mantiene al margen de la polución y las grandes aglomeraciones. La historia de Pinamar es la historia de una lucha contra los médanos, que poco a poco han sido suplantados por una profusa vegetación. Es una ciudad que aun mantiene su aura de refugio rodeado de pinos, aromos y eucaliptos. Por ley –y por exigencia de sus pobladores–, no se pueden construir edificios altos de ningún tipo, y los pocos que existen fueron levantados cuando en el pasado un interventor eliminó las restricciones por un breve tiempo. La ciudad ha crecido hacia los costados y la mayor parte de sus calles son de arena.
En Pinamar se mantiene el espíritu de las viejas vacaciones en familia donde los jóvenes vienen con sus padres y se instalan, en algunos casos, por toda la temporada. Es por ello que el perfil del turista de Pinamar incluye desde grandes cantidades de adolescentes hasta gente mayor que veranea aquí desde hace décadas.
Si bien el número de visitantes que llega de diciembre a abril ronda el medio millón de personas, la playa es lo suficientemente amplia como para albergar a todos con comodidad. De hecho, las arenas son kilométricas y uno puede caminar durante horas hasta llegar a parajes solitarios sin nadie a la vista. A sólo 15 minutos de auto hay numerosas playas vírgenes totalmente desiertas.
Un atractivo que distingue a Pinamar son las dunas de hasta 30 metros de altura que en algunos lugares insinúan un verdadero desierto. Hasta allí van los amantes de las camionetas 4x4 para internarse entre las dunas. Quienes no tengan una 4x4 pueden contratar una excursión en jeep que incluye el alquiler de una tabla de sandboard para lanzarse a toda velocidad desde la cima de una duna.
PINAMAR DEPORTIVA Una de las características que hacen a Pinamar atractiva durante todo el año es la variedad de deportes que, en su mayoría, se pueden practicar también fuera de temporada. Las cabalgatas en el bosque son un clásico de este balneario. Incluso hay una escuela de equitación llamada Centro Hípico Pinamar que se distingue por enseñar a cabalgar a los niños sobre un pony, desde los tres años de edad en adelante, incluyendo saltos con obstáculos ($ 20 por clase). Una de las cabalgatas más originales es una nocturna que incluye una travesía por los médanos, la playa y el bosque ($ 25).
Los amantes del golf disponen de las dos canchas de Links Pinamar. Hay una de 9 hoyos para principiantes y otra llama Cancha Nueva, que dispone de 18 hoyos y sirve de escenario para importantes torneos. Los precios son bastante accesibles en comparación a otros lugares; en la Cancha Chica una vuelta cuesta $ 12, y en la Cancha Nueva $ 30. Además, el reconocido profesor Roberto Kovalchuk ofrece clases de media hora por $ 35.
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