Buenos Aires tiene 260 habitantes. No es un dato sacado de un relato de ficción-catástrofe luego de una guerra termonuclear, tampoco es de los primeros tiempos de la presencia española. Es la cantidad de habitantes que tiene Buenos Aires Chico, cerca del Maitén, en el noroeste de la provincia de Chubut. Este pueblito es sólo uno de los varios lugares en las Américas que comparten su nombre con la Reina del Plata. Por supuesto que no hay manera de confundirse, porque cuando se habla de Buenos Aires se piensa enseguida en la entrañable y caótica capital argentina, la que está de moda entre los estudiantes latinoamericanos y despierta la curiosidad de muchos extranjeros por su rara capacidad de resiliencia. ¿Pero dónde están y a qué se parecen sus homónimos, sean pueblos, barrios o hasta ciudades? Sin hablar de la ciudad idealizada en la canción “Buenos Aires”, del musical Evita...

AIRES ARGENTINOS Empecemos por casa. Está la provincia, esa cuyo gentilicio es “bonaerense”, mientras los habitantes de la ciudad son “porteños” (hágale un test a un extranjero y verá la sucesión de confusiones que genera este doblete). Y está el pueblo, que seguramente muchos no escucharon nombrar jamás, en las afueras de El Maitén, que es apenas un poquito más conocido fuera de la región de Esquel gracias al paso de la Trochita (el Viejo Expreso Patagónico, como lo conocen los mochileros de todo el mundo). El Maitén fue durante mucho tiempo una de las estaciones más importantes de ese ramal de trocha angosta que vinculaba la cordillera y la ciudad de Esquel con Ingeniero Jacobacci, en la estepa de Río Negro, Hoy la Trochita es un atractivo turístico que circula únicamente entre Esquel y El Maitén: a sólo dos kilómetros se levanta Buenos Aires Chico, donde la mayoría de los pobladores tiene ascendencia mapuche. Los visitantes de paso –muchos de ellos para conocer los lugares donde vivieron los bandoleros norteamericanos Butch Cassidy y Sundance Kid, en la vecina Cholila– pueden acampar en el terreno gerenciado por una comunidad mapuche, el único de todo Buenos Aires Chico. Hay más aires buenos que inspiraron otros lugares en el país. Hay una punta, un lago y un cerro que comparten este nombre. La punta está en la Península de Valdés, y es una de las que quieren encerrar el golfo San José, al norte del istmo Ameghino. Se trata de uno de los lugares más salvajes y de más remoto acceso de la península, cuyo paraje más cercano es Puerto San Román. El lago está en Santa Cruz, y es mucho más conocido, por lo menos mientras se conserven en la memoria las clases de geografía del colegio, con su sucesión de puntos azules en los mapas de la Patagonia. Los chilenos, sin embargo, lo conocen como lago General Carreras, porque si bien la superficie del espejo de agua es compartida entre ambos países, el nombre no lo es. Perito Moreno y Los Antiguos son los lugares más visitados en esta región y están cobrando un poco más de relevancia a nivel nacional gracias a eventos como la Fiesta de la Cereza. Finalmente queda el Cerro por conocer: está en Santa Cruz también y domina el Canal de los Témpanos, uno de los brazos del lago Argentino. Este cerro tiene una vista preciosa sobre el glaciar Perito Moreno y está en primera fila para asistir al show de los desprendimientos cada vez que ocurre. Para la anécdota hay otro lago Buenos Aires, que se encuentra en el Beni boliviano.

VARIOS AIRES Perú tiene buenos aires en varios puntos del país. Lo suficiente como para poder rastrear tres lugares que comparten su nombre con la capital argentina. En la región norteña de Piura, tropical, húmeda y cálida, está el distrito de Buenos Aires en la provincia de Morropón. Piura es una de las ciudades que aparecen regularmente en la obra de Mario Vargas Llosa, y más especialmente en sus novelas protagonizadas por Lituma. Seguramente fue bautizado así por la noche, cuando el aire refresca el calor tropical de esta región peruana cercana a Ecuador. Esta Buenos Aires se encuentra por una vez al pie de la Cordillera, donde sin duda no podría pretender el título de Reina del Plata... Y menos aún donde está situado otro pueblo, cerca de Picota, en plena Cordillera, a la altura de Trujillo. Encontramos sin embargo una localidad bonaerense peruana que está al borde del agua: es el balneario de Trujillo, que se llama Buenos Aires y se extiende con sus playas al borde del Pacífico. Una foto delante de este cartel no dejará de ser un gran momento en la página de Facebook de cualquier porteño. Faltaría sólo otro cartel, que indique: Buenos Aires, Argentina: 7900 km.

Como hay un Chilecito en La Rioja, hay un Buenos Aires en Chile. Pero no se trata esta vez de una ciudad o un pueblo, sino de un barrio de Santiago. El Barrio Buenos Aires fue llamado así por la capital argentina y se encuentra dentro de otro barrio, el Barrio Argentino. Una lógica impecable.

Colombia es el país donde se encuentra, sin embargo, la mayor cantidad de localidades bonaerenses. Por un lado se llama así una comuna de la aglomeración de Medellín. Hasta mediados del siglo pasado era una zona de quintas y bosques donde la gente del centro de la ciudad solía ir a refrescarse. De allí nació su nombre, sin buscar más lejos. Buenos Aires es también un pequeño pueblo, perdido en la jungla de los Andes y poblado por descendientes de esclavos africanos que habían sido traídos para trabajar en una mina de oro en los tiempos coloniales. La ciudad de cierta importancia más cercana es Popayán, a más de 100 kilómetros. En otras palabras, este Buenos Aires está alejado del mundanal ruido... No muy lejos sobre los mapas, pero a una distancia fenomenal por los senderos de la selva, hay un Puerto Argentina en la misma región. Encontramos otro mini Buenos Aires cerca de la triple frontera con Perú y Brasil y otro más al pie de la cordillera oriental, siempre en la selva. Los buenos aires abundan en la selva colombiana y así se llama también una ciudad, ya de cierta importancia, en la Cordillera Central, no muy lejos de Bogotá.

Esta búsqueda de homónimos a la Reina del Plata nos lleva también a América Central, donde encontramos el nombre en Costa Rica, Nicaragua y Panamá. Buenos Aires es el nombre de un cantón y una ciudad del sur de Costa Rica, ¿algo así como la ciudad y la provincia en la Argentina? Quienes hayan recorrido ese amigable país centroamericano, donde viven muchos argentinos y donde el turismo es uno de los principales motores de la economía, habrán pasado tal vez por este Buenos Aires tropical de apenas 45.000 habitantes e inmerso en una región de ecoturismo.

En el Nicaragua vecino, Buenos Aires es un pueblo de un par de miles de almas. A orillas del lago Nicaragua, en el sur del país, no muy lejos de la frontera con Costa Rica. En Panamá, Buenos Aires ofrece hermosas vistas sobre el Pacífico. Es un pueblo que se encuentra cerca de Chame, un centro administrativo al oeste de la capital. Hay una punta que se inserta en el mar y algunas islas: no es un destino turístico realmente desarrollado, pero sí de fácil acceso desde la capital, para porteños que quieran tener sin falta la foto para su colección de carteles.

En México encontramos nuevamente este nombre en el estado de Puebla, donde hay una localidad que se llama San Nicolás Buenos Aires y otro pueblo en el estado de Chiapas, en plena selva. Buenos Aires es también un barrio de Santo Domingo y otro de San Juan de Puerto Rico. Y en Brasil, es una ciudad del estado de Pernambuco a unos cien kilómetros de Recife. Imagínese un Buenos Aires donde se cultive caña de azúcar y bananas en los campos en lugar de soja y maíz. Y donde los vecinos se llaman “buenosairenses”.