RíO NEGRO. TURISMO ACTIVO EN BARILOCHE
Bariloche, que acaba de organizar una nueva Semana de la Aventura, es el destino ideal para atreverse a probar y conocer la extensa oferta de turismo activo que propone la ciudad a orillas del Nahuel Huapi, justo cuando empieza un verano que promete entre la montaña y el lago.
› Por Guido Piotrkowski
Fotos de Guido Piotrkowski
Bariloche fue declarada “Capital Nacional del Turismo Aventura” en noviembre de 2012. Gran parte del mérito lo tienen los miembros de la Asociación de Turismo Activo de la Patagonia (ATAP), quienes desde hace cinco años y con mucho esfuerzo vienen llevando a cabo el evento que este año se organizó días atrás en el Complejo los Baqueanos, un camping en la cabecera del lago Gutiérrez, ubicado en el kilómetro 2016 de la RN40.
Durante dos jornadas espléndidas, barilochenses y turistas pudieron disfrutar de las actividades que los prestadores locales ofrecen durante todo el año, pero que cobran fuerza ahora, con el verano en el horizonte cercano: kayaks, balsas de rafting y velero; cabalgatas, canopy, escalada, stand-up paddle, mountain bike. Además hubo shows en vivo, clínicas de fly cast, sorteos y charlas de especialistas.
Lo más destacado fue la apertura del primer circuito de bicicleta de montaña dentro de un parque nacional, el Nahuel Huapi, que contó con la presencia de ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, y las autoridades de Parques Nacionales. También se presentó la ampliación de buena parte de Huella Andina, el primer sendero de largo recorrido del país, que conecta gran parte de la Patagonia, desde Chubut a Río Negro y Esquel, atravesando los parques nacionales Los Alerces, Nahuel Huapi y Lanín. En esta ocasión se inauguraron ocho nuevos tramos, elevando así a 42 los senderos habilitados en 570 kilómetros de picada.
“Todos los años terminamos diciendo que éste fue el mejor de todos, pero éste, de verdad, fue el mejor de todos”, dijo Cristian Castex, presidente de ATAP, feliz con la asistencia de unas 4000 personas al evento. Hugo Verenbruggen, propietario del Complejo Los Baqueanos, miembro de ATAP y uno de los principales impulsores de la Semana de la Aventura, agregó que “el turismo aventura viene creciendo año tras año. Se ve en la cantidad de prestadores que se van sumando y la oferta que viene creciendo en Bariloche. El turismo aventura es para todo el mundo. Se practica en un ambiente natural, sale de los parámetros del turismo contemplativo, invita a moverse un poco más, a sentir la experiencia de remar, del canopy, de andar a caballo.”
MOUNTAIN BIKE Pablo Scotti fue un ciclista “ilegal” por mucho años, igual que sus hijos, Clara y Manuel, quienes desde pequeños acompañan a su padre en sus aventuras ciclísticas por las cuestas barilochenses. Tantos años descendió estas sendas de manera ilegal, tanto insistió para que el circuito fuera “oficial”, que finalmente lo logró. Más de dos años de trabajo, papelerío, idas y vueltas, diseño y trazado del circuito que él mismo realizó, se ven hoy plasmados en este paraíso que desde ahora todos puedan disfrutar. “Todo esto es nuevo, es el gran logro.” Lo ideal, como señala Scotti, es ir acompañado por un guía, ya que el sendero –si bien no es sólo para expertos– tiene sus pequeñas complicaciones, pero sobre todo mucha adrenalina. En el camino hay lindos puntos donde detenerse a descansar, comer y hacer pequeñas caminatas. “Comemos algo, charlamos sobre el bosque y caminamos hacia arriba, donde hay una vista impresionante del Gutiérrez. Después empieza el descenso, que está buenísimo. Llegamos abajo y bordeamos el lago hasta una playita donde se puede nadar.”
Canyoning Surgida en los Alpes, la actividad consiste en el descenso de ríos encajonados, piletones y algunos rápidos, mezclando rappel, tirolesa, trekking, caminatas entre las piedras y hasta natación y saltos desde trampolines naturales. Cédric Larcher es francés y vive en Bariloche hace diez años. Llegó como guía de trekking e instructor de canyoning, y se quedó para siempre. “Empecé con mis padres en las sierras de Guara, en Huesca, España, en el ’86. Nos metíamos con bolsas de consorcio para hacer bolsa seca, sin traje de neoprene, un poco salvaje. Ahora que soy guía me doy cuenta de que no hicimos todo bien.” Cédric “abrió” infinidad de cañones por aquí, “25 entre Esquel y San Martín de los Andes”, asegura. En Bariloche existen dos que son de fácil acceso y muy interesantes: el arroyo de la Virgen y el arroyo López. “La idea no es transitar y listo. Hay que elegir el equipo, explicar el entorno, cómo es la naturaleza. Educar, respetar, esto no es un gimnasio: es un lugar que hay que cuidar y disfrutar, pero dejándolo como lo encontramos. Bariloche es un paraíso de la actividad al aire libre. Tenés de todo, lagos, montañas, nieve, realmente de todo.”
Stand up paddle (SUP) Agustín “Tincho” Palomeque es uno de los responsables de Patagonia SUP. Esta es la segunda temporada de la prestadora que innovó con la actividad en Bariloche. Se trata básicamente de una tabla similar a la del surf, donde se va de pie haciendo equilibrio y remando. A simple vista parece difícil, pero no lo es: las tablas son muy estables. “El SUP ofrece un montón de posibilidades para un montón de gente. Cualquiera puede subirse a una tabla, cualquiera puede remar”, asegura este hombre que durante el invierno es instructor de snowboard y gerente del Terrain Park del cerro Catedral. Patagonia SUP organiza travesías guiadas a diferentes lugares, con un bote de apoyo y una adaptación previa para aquellos que nunca remaron. “Es una actividad relativamente nueva en todo el mundo, pero en realidad es un deporte milenario. Los pueblos polinesios iban de una isla a la otra a divisar lugares nuevos. Cualquiera se sube a una tabla y da una vuelta. No hay que ser deportista extremo.”
Cabalgatas “Mi pasión siempre fueron los caballos. Son como mascotas”, asegura el Chango Haneck, quien tiene su estancia en la afueras de Bariloche, en la zona del ecotono, la transición entre la cordillera y la estepa. Desde allí parten sus cabalgatas entre un bosque de pinos, el monte de álamos y hermosas panorámicas de la cordillera, el cerro López y el cerro La Buitrera, excursión que puede culminar con tremendo asado. La estancia, que no tiene luz eléctrica y se alimenta de paneles solares, también funciona como hospedaje.
En el complejo Los Baqueanos se organizan varias salidas. La Cabalgata de la Cascada y el Mallín se interna en un bosque de cipreses y coihues, atraviesa un arroyo y continúa por una pampa, para culminar en un mirador con una magnífica vista del paisaje. La Cabalgata Baqueanos arranca costeando el lago Gutiérrez y asciende por la ladera sur del cerro Catedral hasta un mirador donde se aprecian el lago y las montañas que lo circundan. El paseo atraviesa luego un bosque de cipreses y coihues, hasta llegar a una zona de pinturas rupestres de alrededor de 500 años de antigüedad.
Canopy “La primera vez que volé la sensación fue grandiosa. Volví a sentirme el chico que trepaba árboles. Vi el bosque desde una perspectiva que jamás hubiese imaginado, con árboles gigantes, monos y tucanes alrededor.” Así describe Axel Bissio, creador del Canopy Adventure Tour de Bariloche, la experiencia que lo impulsó a traer esta actividad desde Costa Rica, donde vivió antes de recalar en la Patagonia. El canopy es un circuito de tirolesas montado entre árboles, en el bosque o en la selva. Aquí está armado en el bosque del cerro López y se puede practicar desde los ocho años. La actividad comienza con una instrucción y luego se asciende el cerro en camionetas doble tracción. El circuito tiene diez estructuras de madera montadas alrededor de los árboles, con cables de hasta 250 metros entre las diferentes postas. La plataforma más elevada está a 20 metros del suelo, en este circuito donde se puede “volar” a unos 50 kilómetros por hora. De una plataforma a la otra la distancia entre los árboles va en aumento, el vuelo se acelera y las vistas se vuelven cada vez más espectaculares. Así se aprecian increíbles panorámicas del Nahuel Huapi y el lago Moreno, el Llao-Llao y los cerros Campanario y el Millaqueo.
Kayak Es una actividad que se presta para hacer en soledad, en familia o en grupos de amigos. Los niños, a partir de los ocho años, ya están aptos para remarla. Pablo, de Cuadrante Sur, es marplatense, pero hace una década eligió Bariloche como su lugar en el mundo. Si en Mar del Plata surfeaba arriba del kayak, aquí se toma las cosas con más calma. Remar en el lago Gutiérrez o en el Nahuel Huapi es, definitivamente, mucho más sosegado que desafiar las olas marplatenses. Cuadrante Sur, que funciona también como escuela, tiene base en el camping de Villa Los Coihues. Desde aquí se hacen salidas de medio día, jornada completa y de hasta diez días de duración, incluyendo transporte, kayaks, comidas, guías y equipo de acampe. La de media jornada es una travesía de seis kilómetros por la margen sudoeste del lago, con parada en una playa y refrigerio. Durante la jornada completa se recorre la costa del lago Gutiérrez unos seis kilómetros hasta Playa Muñoz, con almuerzo y vuelta para finalizar el día con una tabla de ahumados patagónicos. También hay salidas al atardecer con acampe hasta Playa Muñoz y la desembocadura del arroyo Van Titter para ver la puesta del sol.
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