Dom 18.01.2004
turismo

ESCAPADAS UN SPA EN LA CIUDAD DE LOBOS

Fresco y muy relajado

A una hora de la ciudad de Buenos Aires, un spa con una gran piscina al aire libre y otra cubierta para los días de lluvia ofrece descanso en medio de la naturaleza, masajes orientales y tratamientos con fangoterapia.

La temporada fuerte de la mayoría de los spa es el invierno, y por eso sus instalaciones están pensadas para un descanso siempre bajo techo. Pero a sólo una hora de Buenos Aires, en la ciudad de Lobos, está el spa Aquae Sulis, uno de los pocos en el país con una piscina al aire libre de 25 metros de largo para disfrutar en los tórridos días del verano. Y si el día está nublado o lluvioso, hay otra piscina y un enorme jacuzzi cubiertos por un cubo de cristal gigante.
Al frente y al costado de la pileta al aire libre se levanta el edificio de dos pisos donde están las habitaciones, diseñado con una galería de columnas al estilo clásico que, combinadas con la piscina, evocan los antiguos baños romanos. Tanta sofisticación y estilo en las líneas edilicias se explican porque los dueños y creadores del proyecto del spa son dos arquitectos que combinaron su profesión con el rubro hotelero.

A TODO RELAX La consigna básica de todo spa es reponer los cuerpos maltratados por la gran ciudad. Y la principal terapia para este mal endémico del nuevo siglo es descansar a “destajo”, combinando el relax con una serie de actividades. La tarifa diaria cubre el acceso al jacuzzi, al baño turco, sesiones de aqua gym, gimnasia aeróbica y localizada, streching, paseos en bicicleta y caminatas en una pista de atletismo.
Las instalaciones del spa incluyen un sauna con piedras volcánicas que irradian calor seco entre los 60 y los 85 grados centígrados, que penetra hasta el tejido óseo y produce la expulsión de líquidos y toxinas del cuerpo. El baño turco, en cambio, despide vapor con calor húmedo en una serie de tres cámaras sucesivas interconectadas, donde se va pasando de los 35 a los 40 y los 65 grados. La sudoración produce una limpieza de la dermis, y lo mismo sucede con las vías respiratorias. El otro baño que ofrece el spa es el romano, que consiste es una especie de jacuzzi enriquecido con sales minerales con efecto revitalizante (un baño de 40 minutos cuesta 15 pesos).

CON BARRO TAMBIEN La fangoterapia –aplicada por dos especialistas cubanas formadas en Termas de Collantes– es un capítulo aparte en Aquae Sulis. Una aplicación en tres etapas: fango, acción nutritiva y efecto hidratante, cuesta $ 25 y da como resultado una mayor suavidad en la piel, además de suministrar sales y minerales. Una aplicación de fangoterapia anticelulítica cuesta $ 35.
En Aquae Sulis hay 14 masajistas que ofrecen masajes muy distintos. El masaje oriental es uno de los más pedidos: comienza con la técnica del shiatzu –de origen japonés– combinado con acupuntura. Luego se utilizan técnicas chinas como el ki-gongo y el tueina, que es una terapia para dolencias localizadas. Por último, se recurre a la sutileza de las elongaciones del masaje tailandés (una sesión de 50 minutos combinando estas técnicas cuesta $30).
También se ofrecen la reflexología –aplicada en la planta de los pies–, el masaje de relax y el descontracturante. El spa se completa con un sector de peluquería y cosmetología, donde se realizan limpiezas de cutis, tratamientos antiage y liftings faciales.
El entretenimiento es otro de los fuertes del spa. Por un lado, hay una sala de cine donde los fines de semana se pasan películas. También, un televisor de 29 pulgadas con videocasetera. Y para los cibernautas hay dos máquinas con Internet. Se suelen armar partidos de voley sobre la arena, y hay una sala de juegos de mesa. Por su parte, los amantes del golf suelen ir a jugar a una cancha muy cercana.

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