EE.UU. FESTIVAL DE JAZZ EN NUEVA ORLEANS
Bandas en carrera
Durante el último fin de semana de abril y el primero del mes de mayo se realizará en el hipódromo de Nueva Orleans el Festival de Jazz más importante del mundo, al que asisten unas 600 mil personas. B.B. King, Brandford Marsalis, Dave Brubeck y Lenny Kravitz, entre otros, tocarán junto a centenares de bandas de jazz, blues, gospel, música africana y ritmos caribeños.
La primera edición del Festival de Jazz de Nueva Orleans se realizó durante 1970 en Congo Square, la plaza donde se considera que nació el jazz. Allí se reunían los ex esclavos a comienzos del 1900 para adorar a sus dioses en rituales de magia negra, percusión y baile.
En aquel primer festival –contemporáneo del éxito de Los Beatles– se presentaron alrededor de 300 músicos que fueron escuchados por un público que apenas alcanzaba la mitad de esa cifra. Con el tiempo, esos números se revirtieron: en el festival del año 2001, cuando se celebró el centenario del nacimiento de Louis Armstrong, asistieron 650.000 espectadores. El escenario ya no es la Congo Square –hoy rebautizada como Plaza Louis Armstrong–, sino el hipódromo de Nueva Orleans. En el gran óvalo de la pista de carreras hay doce escenarios-carpa que funcionan en simultáneo, donde se presentan unas 400 bandas que tocan durante todo el festival.
La cultura folk No todo es jazz en el festival. La música abarca un amplio espectro de géneros, como el gospel típico de los coros negros de las iglesias protestantes, mucho blues, funk, música africana, salsa y latin jazz, algo de rap y rock, y otras tradiciones musicales de Nueva Orleans como el Zydeco –un derivado creole del Rhythm and Blues con los agregados de un acordeón y una tabla de lavar– y el cajún, una especie de música country afrancesada.
El festival transcurre en doce escenarios destinados cada uno a un genero musical distinto. El público asiste en shorts e incluso en traje de baño, y se recuestan en lonas a tomar sol mientras escuchan música. Todos deambulan incansablemente entre un escenario y otro, en un ambiente de fiesta donde se baila mucho. De vez en cuando, la multitud se abre ante el avance a paso firme de alguna “marching band” típica de los ruidosos funerales negros de Nueva Orleans. La música suena sin cesar con millones de notas lanzadas al aire y en todas direcciones, en medio de un gran clima de feria popular.
Toda la cultura tradicional del sur de Estados Unidos está representada en el festival. Por un lado hay decenas de puestos de comida local: por ejemplo, veintiún platos distintos con base de cangrejo, y otros tantos preparados con camarones. En un sector de la pista de carreras hay una reproducción de una antigua villa de artesanos sureños, donde se los ve forjando a mano las singulares rejas coloniales que adornan el barrio del French Quarter. A un costado hay mujeres confeccionando los lujosos trajes para el Mardi Grass, el monumental carnaval de Nueva Orleans que atrae a varios millones de personas por año. Y por supuesto, hay una gran cantidad de disquerías y galerías de arte que exhiben pinturas y esculturas con motivos ligados al jazz. En un sector denominado Congo Square se realiza un homenaje a la diáspora negra originada por la esclavitud, con indumentaria y arte del Congo, y también venta de comidas tradicionales de ese país.
Este año está programada una gran muestra fotográfica de Michael Smith, un fotógrafo local que cubrió todos los festivales hasta la fecha. La expo incluye a las grandes estrellas del jazz que pasaron por aquí, comenzando por Miles Davis, Dizzy Gillespie, Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Joni Mitchell, Cassandra Wilson, Sony Rollins y Tito Puente.
El festival se realizará del 23 al 25 de abril, y del 29 de ese mes al 2 de mayo, y tendrá entre sus artistas principales a B. B. King, Brandford Marsalis, Dave Brubeck, Lenny Kravitz, Harry Connick, los Neville Brothers, Robert Cray y un total de casi 4000 músicos. El encuentro, a todas luces, resultará inabarcable.
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