SEMANA SANTA I MAR DEL PLATA Y LOS CHICOS
Para divertirse en grande
Mar del Plata también es un balneario ideal para disfrutar de las minivacaciones de Semana Santa con los chicos. El novedoso mini-zoo El Paraíso, el moderno Museo del Mar, un parque de diversiones no electrónicas y el famoso Aquarium, se destacan entre las diversas propuestas que han surgido en los últimos años orientadas hacia los juegos educativos y la defensa de la ecología.
Por Julián Varsavsky
Mar del Plata es uno de los destinos turísticos con mayor variedad de atractivos para chicos. Cada año aparecen nuevas opciones, muchas de ellas orientadas hacia los juegos educativos y la defensa de la ecología, que alimentan el espíritu lúdico y esa infinita capacidad de asombro que suele palpitarse sólo durante la niñez.
ZOO EL PARAISO El concepto tradicional de zoológico, donde se exhiben animales comprados como una mercancía, no se cumple en el zoo El Paraíso, ubicado en Sierra de los Padres, a media hora del centro de Mar del Plata. Sus dueños –quienes viven dentro de las instalaciones– definen al establecimiento como una “estación de recría y reproducción de especies en peligro”, las que una vez recuperadas son devueltas a su hábitat natural, siempre que sea posible. Muchas de las jaulas de El Paraíso están ocupadas por animales heridos durante una jornada de caza, o ejemplares incautados en procedimientos de tráfico ilegal. Una de las piezas de antología es un gran puma de terso pelaje gris que fue encontrado vagando por la zona del puerto de Mar del Plata, probablemente escapado de alguna casa donde se lo tenía ilegalmente. Durante el recorrido nos sorprende un sonido grave similar al de una tuba amplificada por un potente parlante. Pero nada de eso... el sonido proviene del angosto cuello de un avestruz que custodia con celosía un gran huevo al pie de un árbol.
Las aves exóticas son un capítulo aparte. Las más llamativas son unos pájaros de origen holandés con un plumaje en la cabeza similar al peinado histórico de Tina Turner. Además hay un faisán dorado, varios tucanes y gallinetas de Guinea. Uno de los habitantes más hermosos del zoo es una zorrita de Groenlandia cubierta por un pelambre totalmente blanco, como si fuese un pompón.
Pero la parte que más atrae a los chicos es la interacción con las distintas especies. Todos levantan la mano al unísono cuando se pide un voluntario para darle la mamadera a un ternerito. De todas formas, hay animales de sobra para alimentar en el zoo. Están los antílopes de la India y Pakistán, una oveja escocesa de cabeza negra, y toda clase de pavos reales y patos que surcan las aguas de una pequeña laguna.
El enfoque ecológico de este paseo se completa con un molinito de energía eólica que se utiliza para explicarles a los chicos los principios de este sistema de producción energética. En el taller de lombricultura se observa cómo la lombriz transforma los desechos en abono, y se arma una caja ecológica con alfalfa y lombrices para que los niños se la lleven a la escuela. En una huerta, los pequeños visitantes aprenden a hacer un surco en la tierra, colocar algunas semillas, cosechar vegetales y además se llevan un plantín a casa. El paseo culmina con una búsqueda del tesoro en medio de un bosque de eucaliptos, acacias, robles, aromos y pinos.
EL MUSEO DEL MAR Hace dos años se inauguró en Mar del Plata un original museo que atesora 30 mil caracoles recolectados por Benjamín Sisterna, un viajero que recorrió lugares tan diversos como Polinesia, Micronesia, Melanesia, el continente africano, Asia y América del Sur, al impulso de su pasión por la estética de los caracoles. El museo está organizado en 4 niveles con enormes vitrinas donde se exponen estrellas de mar, caracoles y corales de todas formas, tamaños y colores. Los hay puntiagudos, gigantescos, milimétricos, erizados, ramificados como cuernos de alce, tentaculados y hasta tallados por la mano de un artista. Las piezas están clasificadas y hay una completa explicación de las características de cada una. El nivel inferior, decorado con grandes rocas marinas, intenta reproducir un submundo acuático donde las paredes son peceras que llegan hasta el techo y albergan toda clase de peces que nadan a placer en 130 mil litros de agua. En este nivel hay un bar donde el visitante se sienta junto a las peceras a observar sin urgencias el incansable ir y venir de los peces detrás del vidrio. Para los niños hay espectáculos de títeres yse organizan diversos talleres ecológicos que incluyen manualidades con caracoles.
JUEGOS Y JUGUETES En el cruce de la avenida Juan B. Justo y Alem existe desde hace 8 años un predio con capacidad para 5 mil personas que alberga un microcosmos de diversión infantil. Juegos y Juguetes no es un parque de diversiones común sino un ámbito de juegos no electrónicos donde se aspira revalorizar la experiencia interactiva de los juegos, pero en un marco moderno. Según los creadores de Juegos y Juguetes, “se busca una alternativa a la tendencia aislacionista de los juegos electrónicos hogareños”. El rango de edad abarca desde los 6 meses hasta los 12 años, y según los casos se intenta que padres e hijos compartan las actividades lúdicas. Para los más pequeños hay juegos didácticos de armado de juguetes y puzzles, y talleres de pintura con atención personalizada de coordinadores.
Los que están en edad de permanecer sin atención constante, se dedican a erigir “mega-construcciones” con ladrillos Rasti, y resulta usual ver algún niño ir encerrándose en un castillo, mientras lo construye ladrillo por ladrillo. Otros se entretienen largo y tendido en el laboratorio fotográfico. Gran parte de los juegos son de estructura inflable y acolchonada, ideal para que los chicos salten y se revuelquen sin peligro de golpearse. Por todo el predio hay desperdigados un enorme castillo, un galeón para revivir aventuras de piratas, y un complejo laberinto (todos inflables).
EL AQUARIUM Junto al faro del Puerto, el Aquarium de Mar del Plata integra dentro de sus 12 hectáreas de extensión un amplio rango de actividades turísticas, científicas, didácticas y de conservación. Generalmente, al Aquarium se va a pasar el día completo. Además de su playa privada, la cantidad de espectáculos y actividades justifica incluso una segunda visita. Aquí las estrellas son los lobos marinos, los cocodrilos, las tortugas, los pingüinos, los flamencos y los delfines. En un microestadio con un lago en el centro y capacidad para 2500 personas, se alternan las acrobacias de los delfines –siempre obedientes y coordinados entre sí– con el esquí acuático. Este monumental estanque tiene una capacidad de 3 millones de litros de agua y está rodeado de una pared de acrílico que permite observar con claridad la ternura de los lobos marinos demostrando su talento actoral en una desopilante comedia.
En la sala de imágenes tridimensionales, el visitante se sumerge en el mundo marino de manera virtual, con un nivel de realismo asombroso. Pero quien no se conforme con esto puede sumergirse de verdad en una pileta de agua cristalina llena de peces, con una escenografía que incluye un galeón hundido. Esta actividad especial cuesta $ 35, e incluye una clase previa de inmersión. Otra actividad interactiva consiste en que el niño se convierta por una tarde en entrenador de delfines, aprendiendo las técnicas básicas de adiestramiento ($ 25).