Domingo, 3 de abril de 2005 | Hoy
ALEMANIA > LAS 12 SEDES DEL MUNDIAL DE FúTBOL 2006
Alemania recibirá el año que viene la Copa Mundial de Fútbol. Las doce ciudades que serán sede de los partidos ya están preparadas, con los más modernos estadios, para recibir a los hinchas y a los turistas que aprovechen la ocasión para visitar ese país.
Por Graciela Cutuli
Alemania será el país anfitrión de la Copa Mundial de Fútbol 2006, por segunda vez en la historia, aunque en la ocasión anterior, en 1974, sólo la parte occidental de la entonces dividida Alemania había organizado el Mundial. Pero ahora ya hace más de 15 años que el país está reunificado. Es cierto, sin embargo, que aunque no existen más en los mapas los límites entre el oeste y el este, siguen estando como fronteras invisibles, marcadas por la historia y las costumbres. De hecho, de las 12 ciudades que serán sede de los partidos solamente dos se encuentran en el este de Alemania. Del 9 de junio al 9 de julio, los partidos de esta Copa se jugarán en Hannover y Hamburgo, en el norte; Berlín y Leipzig en el este; en Gelsenkirchen, Dortmund y Colonia en el valle industrial del Ruhr, en el oeste; y en Francfort, Kaiserslautern, Stuttgart, Nuremberg y Munich, en el sur y sudoeste.
Este Mundial ofrecerá varias ventajas a los turistas y a los hinchas que sigan a sus equipos en las distintas sedes. Por primera vez, por ejemplo, se jugará un Mundial en estadios con tribunas enteramente techadas. Además, la impresionante red de conexiones de transporte también permitirá viajar de una ciudad a otra en poco tiempo. Las doce sedes mundialistas están integradas en la red de DB, la sociedad estatal de ferrocarriles, y hay más de 2 mil conexiones de trenes rápidos InterCity en toda Alemania, lo que permite viajar en excelentes condiciones, con varias frecuencias por día, y llegar de centro a centro de cada ciudad en pocas horas. El reverso de tan brillante moneda es el precio de los pasajes de tren, que son –como en el resto del norte de Europa– relativamente caros (mucho más aún si la relación con el euro, como en nuestro caso, es de cuatro a uno). La red de vuelos internos de Lufthansa también propone una gran cantidad de conexiones: más de mil entre los 30 aeropuertos principales del país. Finalmente, para moverse en auto, Alemania cuenta con 9 mil kilómetros de una impresionante red de autopistas que conecta todas las sedes elegidas.
Desde la reunificación, Berlín volvió a ser nuevamente la capital alemana, mientras Bonn, la capital de la ex Alemania Occidental, volvió a su rutina de provincias. Berlín es naturalmente una de las doce sedes de este Mundial, y será también anfitriona del partido final que designe al campeón 2006. La antigua capital de Prusia está viviendo una gigantesca obra desde hace varios años, último lifting de una ciudad que pasó por los más importantes acontecimientos europeos de estos dos últimos siglos. La Puerta de Brandeburgo es el monumento más conocido, pero también hay que ver el Check Point Charlie, antiguo lugar de paso por el muro entre las partes occidental y oriental, hoy convertido en un museo. La Torre de la televisión se considera también otro emblema berlinés, mientras el nuevo Reichstag, el edificio del Parlamento, es el gran símbolo de la capital reunificada (desde su cúpula se pueden sacar hermosas panorámicas). Hay que pasearse por el elegante bulevar de Unten der Lintern, por las plazas donde abundan los comercios, como la Postdamerplatz, y visitar los museos: son más de 170 en toda Berlín, pero los más concurridos son el de Egipto –donde está el celebre busto de Nefertiti– y el Museo Judío, un lugar que cobra una mayor carga emocional por la historia reciente alemana. En las afueras de Berlín, el principal lugar de paseo es Postdam, donde se encuentra el palacio Sans Souci, uno de los mayores de Europa, que figura en las listas del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El Estadio Olímpico será por su parte el protagonista de varios de los partidos de esta Copa, pero sobre todo de la final: tiene capacidad para 74.500 espectadores, todos en asientos cubiertos.
Junto a Berlín, Alemania tiene otra capital. Se trata de Francfort, su capital comercial y financiera. Francfort es una de las principales ciudades europeas, y concentra el mayor nudo de comunicaciones de Alemania. De hecho, los vuelos internacionales pasan en su mayoría por su aeropuerto, como buena parte de los trenes desde Francia y Bélgica. Como toda ciudad de su rango, tiene un skyline de modernos y altos edificios, donde se concentra buena parte del poder económico germano. Los rascacielos contrastan con la Plaza Römerberg, rodeada de viejos edificios, reconstruidos enteramente en su estilo original luego de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Los bares en terraza sobre la plaza proponen la típica sidra local, que acompaña platos de salchichas... de Francfort, obviamente. Hay que ver también la casa natal de Goethe, la antigua Opera (una de las más famosas de Europa), los museos Schirm y Städel y la iglesia de San Pablo, sede del efímero gobierno democrático de 1848. Entre sus distintos complejos deportivos, el Waldstadion está emplazado sobre el estadio que recibió la Copa del Mundo en 1974 y la de Europa en 1988. Tiene capacidad para 48 mil personas.
El valle industrial del Rhur concentra tres sedes de este Mundial: Colonia, Dortmund y Gelsenkirchen. Dortmund vivió durante largas décadas de las minas de carbón y de la industria metalúrgica. Su larga reconversión la orienta ahora hacia las tecnologías del futuro y de la información; de este modo, su perfil gris y lleno de smog va dejado lugar a su aspecto de renovado centro cultural regional. La nueva Opera local es uno de los emblemas de esta reconversión. Se visita junto con las cuatro iglesias medievales de la ciudad, cada una con su atractivo particular, entre obras de arte y panoramas urbanos visibles desde sus campanarios. Los partidos se jugarán en su renombrado Westfalenstadion, que ya fue escenario del Mundial en 1974. El estadio fue reciclado, techado sobre las tribunas y elevado para esta Copa, y puede recibir a 67 mil personas.
Muy cerca de Dortmund, Gelsenkirchen es una ciudad menor en comparación con las demás sedes de este Mundial. Es otra urbe industrial que se desarrolló con el carbón y la industria pesada, reconvirtiéndose hoy a industrias más modernas y menos contaminantes. En las afueras de Gelsenkirchen están el parque de diversión Warner Bros Movie World, dedicado al cine, y el Centro, la mayor zona comercial de Europa. Gelsenkirchen fue elegida como sede seguramente porque tiene también el estadio más moderno del continente. Fue inaugurado en el 2001, para el equipo local, el FC Schalke 04, muy popular en toda Alemania. Tiene capacidad para 51 mil personas.
Muy cerca del valle del Ruhr, Colonia es un de los principales centros turísticos de Alemania. Su posición sobre el Rin y sus 2 mil años de historia la convirtieron en la ciudad más visitada de Alemania. Las partes antiguas o restauradas muestran una mezcla de estilos medieval gótico, barroco y Biedermeier. Su monumento más conocido es la Catedral, visitada por 6 millones de personas cada año. No es sin embargo la única iglesia medieval de la ciudad, que cuenta con doce de estilo románico. Los vestigios de Colonia, cuya historia puede conocerse recorriendo sus 30 museos, se remontan hasta la época romana. Cada año, la ciudad celebra uno de los principales carnavales de Europa, en febrero, y el resto del año vive al ritmo de una vida cultural trepidante. Recibirá los partidos de fútbol en el Müngersdorfer, un estadio de 1975, totalmente renovado entre el año 2000 y el 2004 para recibir esta Copa, albergando bajo techo a unos 45 mil espectadores.
También con fuerte impronta industrial, pero lejos del valle del Rhur, Stuttgart es conocida por ser la ciudad de Mercedes-Benz y de Porsche. Por supuesto, ambas marcas tienen museos (el nuevo de Mercedes se inaugurará incluso para esta Copa), pero no es lo único que hay que ver: su elegante Plaza del Palacio, el Antiguo y el Nuevo Palacio y el Museo de Arte son algunos de sus atractivos. Como no podía ser de otro modo, su estadio lleva el nombre de Gottlieb Daimler. Está entre los más modernos de Alemania, y puede recibir a 54 mil personas. Aquí se jugará el penúltimo partido, encargado de definir al tercero y cuarto equipo del Campeonato.
Hamburgo –relevante mundialmente por su puerto, el segundo más importante de Europa– es la única ciudad del norte alemán que recibirá partidos en este Mundial. Desde los tiempos de la Liga Hanseática, Hamburgo tiene una vocación portuaria y comercial muy marcada. Es la segunda ciudad de Alemania, y los hamburgueses la consideran como la “puerta al mundo”, tanto por su proyección internacional como por su cosmopolitismo. Su Opera y el Teatro Thalía son dos de los iconos de su intensa vida cultural. Todos los grandes musicales se presentan en Hamburgo, y actualmente los más aclamados son El Rey León, sobre la película de Disney, y Mamma mia, un éxito de Broadway basado en canciones de ABBA. Hay que ver también el barrio rojo de Hamburgo, sus salas de conciertos, como aquella donde debutaron los Beatles a principios de los ‘60, y el estadio donde se jugarán los partidos. Fue inaugurado en el año 2000, y puede recibir a 50 mil personas.
Hannover es, junto con Francfort, el principal centro de ferias y congresos de Alemania. Fue también sede de la Expo 2000, un evento en el que esta antigua capital principesca pudo sacar a relucir su herencia arquitectónica e histórica. En sus cercanías se encuentra el Autostadt de Wolfsburg, un parque temático-industrial dedicado a los autos, construido por Volkswagen. Los partidos en Hannover se jugarán en el estadio Niedersachsen, recientemente inaugurado, que tiene capacidad para 45 mil espectadores.
Cerca de Francia, Kaiserslautern fue la residencia del emperador Barbarroja. Es una ciudad verde en medio de colinas y de reservas naturales, cuyo principal monumento es el palacio imperial, del siglo XII. Para el Mundial 2006 se reacomodó el viejo estadio Fritz Walter, de 1920, para recibir a 48.500 espectadores en asientos cubiertos.
Centro importante en la ex RDA, Leipzig es hoy una urbe en plena transformación para colmar sus diferencias con las grandes ciudades de Alemania Occidental. Entre sus monumentos y edificios, hay que conocer la iglesia de Santo Tomás, que guarda el sepulcro de Johann Sebastian Bach. Otro músico celebrado en la ciudad, con un museo en su casa natal, es Félix Mendelssohn. El Zentralstadion de Leipzig fue construido en 1956 para 100 mil personas, y era el más grande de Alemania. En 1997 fue reconstruido sobre el mismo emplazamiento y puede recibir en sus modernizadas infraestructuras a 45 mil personas.
Capital de Baviera y del sur alemán, Munich tiene carácter propio. Con los Alpes en el horizonte, la tercera ciudad de Alemania tiene su imagen asociada a la cerveza. Pero el Oktoberfest es sólo una de las festividades que se realizan a lo largo del año. Sus museos, su Opera, sus elegantes calles con tiendas de moda (la Leopoldstrasse es llamada la “pasarela más larga del mundo”, en referencia a las sofisticadas prendas que lucen las mujeres que se pasean en ella). En los Alpes, a poca distancia de Munich, están los feéricos castillos de Luis II de Baviera, el Neuschwanstein y Linderhof. También está cerca la estación de deportes de invierno Garmisch-Partenkirschen. El estadio de Munich que recibirá el Mundial 2006 es el Fröttmaning, construido para la ocasión, y cuya arquitectura de almohadillas rellenas de aire en la fachada lo convierten en uno de los más monumentales del globo. Tiene capacidad para 66 mil personas.
Finalmente Nuremberg, la ciudad que entró en la historia por ser sede de los juicios a los jerarcas nazis, será otra de las sedes de este Mundial. Además de su casco medieval, hay que ver la casa de Durero y el Museo Nacional Germánico, el mayor de Alemania. El Frankenstadion, donde se jugarán los partidos, fue construido en 1991 y termina de reformarse este año. Puede recibir a 45 mil personas.
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