Cuesta creerlo, pero en las playas de El Arenal las arenas son tan blancas como las del mar Caribe. Y además hay rincones escondidos entre la vegetación donde uno puede darse el lujo de disfrutar de una playita sólo para dos. El lugar se llama El Arenal, una pequeña isla de la fantasía que mide 66 hectáreas y emerge como un banco de arena en un brazo del río Paraná –el Paranacito–, a 7 kilómetros de la ciudad de San Pedro.

En el balneario, un completo camping y un parador con una pérgola de cañas que ofrece una sombra de cebra para los visitantes. Frente al parador hay una hermosa playa que, con algunas interrupciones, se extiende por el equivalente a varias cuadras. Y alejándose hacia alguno de los costados -donde picotean la costa algunas garzas blancas– hay una sucesión de playitas con forma de medialuna escondidas entre la vegetación, ofreciendo un ámbito de absoluta intimidad.

La amplitud del lugar permite que los turistas de fines de semana largos, como la próxima de Semana Santa, se muevan con comodidad (algunos llegan con su propia embarcación). Aunque para muchos lo ideal es ir los días de semana cuando no va casi nadie, ya que además de la belleza natural se puede disfrutar de una tranquilidad sin límites.

El camping está ubicado a metros de la costa de arena y ofrece todas las comodidades: agua caliente, electricidad, cuatro baños y canchas de vóleibol y fútbol sobre la arena. Y para quienes busquen otro tipo de confort queda la alternativa de alojarse en algún complejo de cabañas o casa de familia en San Pedro, y cruzar todos los días en lancha la zona de esteros que rodea El Arenal, frente a la costa entrerriana.

La relativa virginidad del lugar permite la proliferación de cardenales, tordos, zorzales, chingolos, corbatitas y jilgueros. A la noche, cuando se apaga el generador eléctrico, el silencio perfecto se rompe cada tanto por el grito de algún chajá.

Uno de los fuertes de El Arenal son las comidas que se sirven bajo un quincho con techo de paja. Allí el menú consiste en parrilla libre y las variedades incluyen carré, lomito y matambre de cerdo, costillas de vaca y choripanes (los días de semana se debe encargar la comida con antelación por teléfono).

DE PESCASi bien en el muelle de El Arenal algunos tiran la caña para ver qué pasa, toda la zona en general es un área de pesca embarcada. Desde El Arenal en sí no se ofrecen salidas de pesca, pero se las puede contratar en San Pedro y los guías pasan a buscar a los interesados por la playa. La clave está en salir a recorrer los brazos y canales del río Paraná. Durante todo el año en esta zona se consigue la llamada “pesca variada”, que incluye patíes, bogas, tarariras, bagres, dorados y surubíes. Las modalidades de pesca son el spinning y el fly-cast. Para la pesca variada conviene llevar una línea de fondo con uno o dos anzuelos. En cambio, para la pesca del dorado y el surubí se recomienda usar un leader de acero con anzuelo 8/0. Las carnadas más efectivas son la anguila y el cascarudo, que se venden en diversos puestos de la zona.