MAR DEL PLATA > SE INAUGURó LA TEMPORADA 2006/2007
La ciudad de Mar del Plata declaró inaugurada hoy su temporada veraniega –aunque siete millones de personas ya la visitaron en lo que va del año– y se prepara con una serie de nuevos emprendimientos para recibir a una masa de visitantes que ocuparán cada metro cuadrado de sus 47 kilómetros de playa. Los precios, las tendencias y la reapertura del Aquarium.
› Por Julián Varsavsky
Cuando el 8 de enero de 1888 se inauguró el glamoroso hotel Bristol, Mar del Plata se convertía en la cuna del turismo en la Argentina, un privilegio de la oligarquía porteña que veía en ella a la Biarritz de Sudamérica. Con el correr de las décadas los públicos fueron cambiando –las clases acomodadas se corrieron más al sur en busca de exclusividad–, pero Mar del Plata ha sabido mutar adaptándose a los gustos de cada época. Por eso continúa siendo el mayor destino turístico del país, con un abanico de variedades que le permite ser todavía el “clásico de los clásicos”, y al mismo tiempo estar al frente de la sofisticación y las nuevas tendencias. Al menos así lo ven los ocho millones de turistas que llegarán este año buscando una cuota de felicidad muy concreta en la ciudad “feliz”.
EL AQUARIUM OTRA VEZ La noticia turística más importante de la temporada es la reapertura del Aquarium, un oceanario de grandes proporciones inaugurado en 1993 y que estuvo cerrado en los últimos cuatro años. La reapertura viene asociada a una empresa española especializada en esta clase de parques temáticos que invirtió una importante suma en este oceanario de 12 hectáreas que ofrece actividades turísticas pero también científicas, didácticas y de conservación.
Por lo general, al Aquarium se va a pasar el día completo, ya que además de tener una playa privada ofrece una variedad de espectáculos donde, en cada caso, las estrellas son los lobos marinos, los delfines e incluso los pingüinos. En un micro-estadio para 2500 personas con un lago en el centro se alternan un show de esquí acuático con otro de acrobacias de los siempre obedientes y coordinados delfines. Este monumental estanque con una capacidad de tres millones de litros de agua está rodeado por una pared de acrílico que permite observar con claridad la ternura de los lobos marinos que desbordan talento actoral en una desopilante comedia.
En la sala de imágenes tridimensionales el visitante se sumerge en el mundo marino de manera virtual con imágenes de un realismo asombroso, aunque los que deseen tocar un mundo más real pueden bucear con tubos de oxígeno en una pileta de agua cristalina llena de peces que representan a una veintena de especies autóctonas y junto a una escenografía de un galeón hundido. Y para los más aventureros está la nueva opción de bucear con tiburones dentro de un estanque.
LA ONDA PLAYERA La playa más popular –clásica por excelencia en Mar del Plata desde hace más de un siglo– sigue siendo la Bristol, que convoca a unas 10.000 personas por día. La Bristol perdura por ser la mejor ubicada en el centro de la ciudad y también a fuerza de una tradición inaugurada por los padres y los abuelos de los actuales bañistas, muchos de los cuales dieron sus primeros torpes pasos sobre la arena misma de esta playa.
Dentro de las playas de la zona norte la mayor novedad estará en Playa Grande, donde el viejo edificio del Instituto de Biología Marina –antes confitería Normandie– reabrirá sus puertas con el nombre de La Normandina, convertida en el complejo de cultural, gastronómico y recreativo con playa privada que, según se espera, se convertirá en un serio competidor de los bares de la calle Alem, quitándole parte de la ruidosa movida nocturna que aquejaba un poco a los vecinos.
Las playas de la costa sur comienzan por el clásico pero renovado complejo de 24 playas llamado Punta Mogotes, que dada la competencia que le ofrecían sus nuevas vecinas de más al sur, hace tres años fue reacondicionado para recibir con comodidad a 80.000 bañistas diarios, eliminando las famosas columnas de hormigón que sostenían una larga pasarela, reemplazada ahora por una serie de médanos cubiertos de vegetación. Punta Mogotes consolida así su perfil de playa para familias con hijos chicos y adolescentes, de allí sus piletas, juegos infantiles, guarderías, camas elásticas y escuelas de beach voley y fútbol.
Al sur de Punta Mogotes están las playas más de moda en Mar del Plata, donde muchas radios montan su estudio veraniego y se realizan recitales gratuitos de rock. El parador Waikiki, por ejemplo, se ha consolidado como el reducto de los amantes del surf, al mismo tiempo que su gastronomía es de lo más sofisticada. Estas son, por supuesto, las playas “de onda” entre los jóvenes, con predominio del exhibicionismo, los cuerpos marcados artificialmente, las bikinis muy pequeñas e incluso hay peluquerías en la playa.
La nueva moda en estos paradores –Abracadabra, Metro Beach y La Morocha– viene copiada de la isla de Polinesia, con la proliferación de guarums. Esta extraña palabra denomina a una especie de quinchitos con techo de paja elevados sobre pilotes, cuyo suelo es un gran colchón con almohadones donde los grupos de amigos reposan conversando mientras toman sofisticados tragos. Estos quinchos no tienen paredes pero sí unas cortinas blancas que atenúan el sol. Y de lado a lado están cruzados por una hamaca paraguaya. Entre los servicios proliferan los masajes zen, los tatuajes con henna y por supuesto toda clase de bijouterie ambulante.
EN PARAPENTE Entre las actividades que ganan más adeptos están los vuelos en parapente, que permiten hacer realidad el antiguo anhelo de imitar el arte de los pájaros con un método bastante “apacible”. Así, el turista puede volar en un parapente biplaza conducido por un experto piloto y dejarse llevar por el viento, como colgado de un rabo de nube. El instructor comienza los preparativos para cada vuelo de “bautismo”, en el que el acompañante no tiene que hacer absolutamente nada –salvo superar el miedo inicial–, limitándose a disfrutar del paisaje. Luego de ajustar bien los arneses y colocarse el casco, la pareja se mantiene a la espera de un viento adecuado para saltar sobre el precipicio de un acantilado cercano a la Barranca de los lobos (costa sur). Primero se corretea un poco y justo antes de saltar al vacío la vela se infla y da un tirón hacia arriba, y sin darse cuenta los aventureros ya están volando. De repente los dos quedan flotando en el aire, con los pies meciéndose suavemente a 100 metros de altura sobre el mar.
El vuelo en sí es muy distendido y la sensación no es tanto la de volar como un pájaro sino la de estar flotando liberados de la fuerza de gravedad. Hasta que el instructor hace que el parapente avance y dé largas vueltas en “U” rumbo al mar abierto. Un viento sonda sirve para ganar altura y comenzar a recorrer la costa desde todos los ángulos siguiendo la línea de los acantilados.
Durante un vuelo se puede conversar tranquilamente, oportunidad que el conductor aprovecha para contar que cuando vuela con turistas desde la playa Varese lo hace por encima de los edificios, casi a la misma altura de los más altos. Incluso a veces alguna señora lo saluda desde la ventana de su cuarto e intercambian algunas palabras a los gritos. Se puede sobrevolar la ciudad en horas de la noche para observar el espectáculo de miles de lucecitas encendidas desde 200 metros de altura. Más información en www.parapentemdq.com.ar
LA NOCHE La calle Güemes y sus alrededores se han consolidado como el nuevo polo gastronómico de Mar del Plata –sumándose a los clásicos restaurantes del puerto–, con una serie de propuestas nuevas instaladas en viejas casonas tradicionales reacondicionadas preservando su estilo original. Así surgieron restaurantes, bares y casas de té. Las alternativas van desde cocina cubana hasta restaurantes de pastas, parrillas y casas de picadas de campo.
En plena temporada, de miércoles a sábados, los pubs de la agitada calle Alem se llenan de jóvenes que beben hasta el amanecer. Y la otra pata de la movida nocturna es la mítica avenida Constitución, donde el boliche más famoso desde hace varios lustros es el ostentoso Sobremonte, donde conviven restaurantes mexicanos, un patio con palmeras y varias pistas de baile.
En el sector de Plaza Libertad –en el barrio de La Perla– también hay otro polo de diversión nocturna, con nuevos restaurantes, bares y algunos locales para escuchar música en vivo.
Hace unas semanas un grupo de representantes de las cámaras ligadas a la actividad turística de Mar del Plata estuvieron reunidos en Buenos Aires con el secretario de Comercio Interior –Ricardo Moreno–, y firmaron un acuerdo de compromiso para no aumentar los precios en temporada (a partir de enero) más allá de un 6% promedio. Respecto del precio de los alquileres de departamentos y casas –en la ciudad hay 278.000 plazas de este tipo–, en enero los precios de la quincena van desde $ 700 para los departamentos de un ambiente hasta $ 950 un dos ambientes y $ 1150 un tres ambientes. En febrero estos precios bajan un 30 por ciento y en marzo un 50%, de acuerdo con la información oficial del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata.
En el caso de los hoteles –hay 58.000 plazas hoteleras–, las tarifas son alrededor de un 10% más caras que el año pasado. En enero la habitación doble cuesta $ 60 en un hotel de una estrella, $ 80 en un dos estrellas, $ 120 en un tres estrellas, $ 160 en un cuatro estrellas y $ 200 en un cinco estrellas. En febrero esos valores bajan un 20 por ciento y en marzo un 30 por ciento.
En los balnearios, por su parte, el aumento en el precio de los servicios es de alrededor del 10 por ciento respecto de la temporada anterior. El alquiler de una carpa en enero oscila entre $ 1500 y $ 2500, según la ubicación del balneario (Playa Grande y las del sur son las más caras). En la zona centro una carpa cuesta entre $ 50 y 70 por día.
En el rubro gastronomía, si bien hay 1600 restaurantes muy diversos, en un tenedor libre se puede comer por $ 9 a $ 12 más la bebida. En un restaurante común a la carta una comida con la bebida cuesta $ 25. Un plato de mariscos o pescado en el puerto cuesta desde $ 25 a $ 35.
Dónde informarse: Casa de Mar del Plata en Buenos Aires. Corrientes 1660 (Complejo La Plaza) Tel.: 4384-5722 www.mardelplata.gov.ar
La temporada teatral y musical de Mar del Plata anuncia 240 espectáculos diferentes. En el tradicional teatro Auditorium, Daniel Veronese dirigirá El método Grönholm, con la actuación de Gabriel Goity y Alejandra Flechner. Oscar Martínez, por su parte, presentará bajo su dirección Ella en mi cabeza, con Darío Grandinetti, Juan Leyrado y Natalia Lobo. Y Alejandro Dolina pondrá en escena La venganza será terrible, entre el 4 y el 12 de enero. Entre los shows musicales y de ballet en el Auditorium sobresalen el guitarrista Luis Salinas, el bailarín Iñaki Urlezaga (15 de enero) y el folklorista Marián Farías Gómez.
En el Teatro Colón, Arcángel Orfino recreará bajo su dirección la obra Calígula, de Albert Camus, y también La Casa de Bernarda Alba, de García Lorca. Las tablas del Teatro Lido serán el escenario de Aryentains II, de Roberto Fontanarrosa (bajo dirección de Lía Jelin), mientras que en el complejo Radio City-Roxy todos los viernes Fabio Posca presentará Alita de Posca y Alfredo Casero actuará en The Casero experimendo (sábados y domingos). Y en el Polideportivo Islas Malvinas estarán los grandes recitales de Los Nocheros (10 de enero), Fito Páez presentando su nuevo disco (20 de enero), Julio Bocca en su “despedida” (24 de enero), Joan Manuel Serrat (26 y 27 de enero) y León Gieco (14 de febrero).
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux