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El Parque Provincial Copahue fue creado para proteger una especie arbórea que habita la tierra desde la era Mezosoica (unos 200 millones de años). Las araucarias han sobrevivido a terremotos, erupciones volcánicas y toda clase de catástrofes naturales, y fueron siempre grandes aliadas de la vida cotidiana de los mapuches, a quienes aún hoy siguen brindando su nutritivo piñón a finales del verano. Pero la única catástrofe que ha puesto en jaque la continuidad de la especie ha sido la llegada del hombre blanco, que en apenas dos siglos de depredación está a punto de borrar de un plumazo 200 millones de años de historia. Por suerte, aún quedan varios centenares de árboles en la zona de Caviahue y también en el lado chileno, ya que en ninguna otra parte de la tierra ha perdurado la especie en forma natural.
Los mapuches llaman pehuén a este árbol que llega a vivir hasta 1500 años, alcanzando un altura de 35 metros. Su tronco de 2 metros de diámetro está cubierto por una corteza agrietada en forma de placas hexagonales muy resistentes al fuego. Las ramas se disponen en forma de “pisos”, y a medida que van cayendo las de abajo, en lo alto de la copa se forma la característica “sombrilla”. Existen árboles con flores femeninas y masculinas. El macho provee el polen fecundador y la hembra produce los piñones donde están las semillas de los futuros árboles. En general, cada árbol tarda entre 80 y 130 años en definir su sexo, porque la función reproductora la determina la propia especie de acuerdo con las necesidades de supervivencia del bosque.