Para completar el viaje por Chubut en paralelo a la Cordillera se puede bajar hacia el sur de la provincia por la Ruta 40 y luego las provinciales 20 y 26 –totalmente asfaltadas– hasta la localidad de Sarmiento (480 kilómetros). Allí se visita el Area Protegida Bosque Petrificado Sarmiento, el cual no se debe confundir con el de la provincia de Santa Cruz, que además es muy diferente.

Al bosque se ingresa por un camino de tierra con un paisaje “lunar” a los costados. Los troncos están desperdigados por doquier creando un aura prehistórica, como si en cualquier momento fuese a aparecer un pterodáctilo volando sobre una lomada. La aridez del terreno es la antítesis de lo que fue este suelo hace 65 millones de años, cuando lo cubría una selva subtropical poblada por megafauna y árboles que superaban los 100 metros de altura. Sin embargo, hoy no crece siquiera un mínimo pastito.

Los troncos fueron tapados por los sedimentos que arrastraba un río o quizás por la ceniza de las bocas de fuego de los volcanes. Y al quedar aprisionados en capas sedimentarias sin oxígeno y sin bacterias, no se descompusieron con rapidez. Mucho después, el agua de lluvia comenzó a ingresar en la tierra llevando consigo minerales que se fueron filtrando en los troncos por sus estomas. Cuando los minerales se deshidrataron y cristalizaron, comenzó un lento proceso de reemplazo molecular del material orgánico por otro inorgánico. La forma original casi no cambió, pero lo que quedó es una roca moldeada por el tronco original.