De santos, calaveras y pergaminos
Herencia de los conquistadores y los evangelizadores, reflejo de la extrema religiosidad de la ciudad colonial, una multitud de iglesias eriza toda la ciudad. El culto más popular es por supuesto el que se rinde a Santa Rosa de Lima, la patrona de América. Su santuario está sobre la calle Tacna, casi a orillas del Rimac. En frente se encuentra la casa de quien se convirtió en San Martín de Porres (su tumba está en la iglesia de Santo Domingo). Se puede terminar este circuito por la Lima espiritual con una visita a las catacumbas del monasterio de San Francisco: salas subterráneas donde se conservan cráneos y osamentas de un cementerio municipal del siglo XVIII. Este monasterio tiene una increíble biblioteca con más de cuatro siglos de antigüedad donde se conservan miles de manuscritos de pergamino. El lugar –que evoca la atmósfera de El nombre de la rosa, la novela histórica de Umberto Eco– permite descubrir algo del medioevo en pleno hemisferio sur y en plena época renacentista...