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Basada en la teoría del pedagogo italiano Francesco Tonucci, desde hace casi siete años la municipalidad lleva adelante un programa denominado” Ciudad de los Niños”, que aunado al proyecto macro de descentralización, apunta a concretar “una ciudad a la medida de todos”. En este sentido, a principios de este mes el municipio dejó inaugurada La Isla de los Inventos, el último eslabón de una trilogía dedicada fundamentalmente a los chicos.
Con sede en las instalaciones de la antigua Estación de Trenes Rosario Central, La Isla de los Inventos es un lugar de cruce entre el arte y la ciencia, siempre con la mediación del juego. Este punto es la última –o la primera– parada de un recorrido dinámico en el que aparecen otros dos magníficos espacios: el Jardín de los Niños y la Granja de la Infancia. Ubicado en el predio del ex zoológico, en el corazón del Parque Independencia, el Jardín de los Niños se propone como una suerte de parque de diversiones en las antípodas de Disneylandia. Planteado como un paseo por la cultura a través de la imaginación y lo lúdico, una serie de “máquinas” invitan a los más chicos a volar, a trepar y a despertar los sentidos. Hamacarse con Miró, jugar al rompecabezas con Klee, dejar volar la creatividad de la mano de Da Vinci o armar sus propios Mondrian con elásticos son sólo parte de la oferta.
En la zona oeste de la ciudad, la Granja de la Infancia concluye el programa permitiéndoles a los bajitos un contacto diferente con la naturaleza. En un magnífico entorno verde, rodeado de vegetación y fauna doméstica, los chicos aprenden desde los principios de la fotosíntesis hasta hacer pan casero.