Paso a paso, Chaco estrena su parque nacional, que desde 2011 –cuando murió el último dueño de la estancia La Fidelidad, Manuel Roseo– hasta ahora concentró la labor intensa de una treintena de ONG ecologistas, la provincia y la Nación, con la Administración de Parques Nacionales (APN). Esfuerzo que quedó sellado el último 31 de octubre cuando, tras ser aprobada en el Congreso Nacional, salió publicada la ley en el Boletín Oficial. La ONG Banco de Bosques, la Fundación Mempo Giardinelli, la Asociación Civil Ceibas, Aves Argentinas y Red Yaguareté son, entre muchas otras, parte del abanico de instituciones no gubernamentales que han participado de este proyecto en el que también está presente la experiencia y logística de Conservation Land Trust (CLT) del estadounidense Douglas Tompkins. Fue el actual jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, entonces gobernador del Chaco, el impulsor de la movida de preservación que logró en la Legislatura chaqueña la ley que incluyó a La Fidelidad como reserva dentro de la Categoría 1 (Rojo, Alto Grado de Conservación). Fue el puntapié inicial de las gestiones administrativas hasta la concreción del parque nacional. “La tarea inminente será el Plan de Gestión y el Plan de Manejo”, dijo el presidente de Parques Nacionales, Carlos Corvalán, a Página/12 durante la última Feria Internacional de Turismo (FIT), a fines de octubre, donde también se estrenó folletería y stand con gigantografías sobre el nuevo parque, que representa el número 43 en el Sistema Nacional de Areas Protegidas. Desde el stand de Chaco, el presidente del Instituto de Turismo provincial, José Saife, también expuso como eje temático el PN El Impenetrable.