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Con tanta pesca y tanto buceo cerca, en Madryn la hora de la comida llega cargada de sabores del mar. Entre los lugares que ofrecen pescados y mariscos frescos se destaca el de los Pescadores Artesanales, en un parador frente al mar. Estos pescadores se organizaron en forma cooperativa en toda la cadena de producción, y ofrecen platos elaborados por ellos mismos y por sus esposas, a precios razonables. Otra opción interesante es la del bar de tapas ReciclArte, en San Martín 475. La ambientación y la cocina están a cargo de sus propietarios, Marcelo Nilsson y Sandra Villar. El, artesano del hierro y la madera, es el responsable de los objetos y muebles que armonizan cada rincón del lugar. Ella, al mando de la cocina, trajo de España un montón de recetas de tapas suculentas, que adaptó a los elementos que se consiguen en la zona. Una receta tradicional de Alicante, por ejemplo, de “agritos” o boquerones en vinagre, se transforma aquí en base al pejerrey, una de las estrellas del golfo, que con paciencia y caña de pescar se puede sacar desde la costa. El queso Manchego, que no falta en ningún bar o venta que se precie de tener buenas tapas, se sustituye por queso de oveja del valle inferior del río Chubut o queso de cabra de la Cordillera. A falta de las tradicionales setas españolas, se utilizan hongos girgola que se siembran en la zona y, en temporada, hongos de pino de la cordillera. Las tapas de jamón se hacen con jamones artesanales de la zona, y las sepias a la plancha son reemplazadas por un exquisito calamar local. Todo delicioso y con gustito a casero.