La historia del oro
Los primeros pobladores de la actual zona del departamento de Chilecito fueron los indios diaguitas, que extraían minerales preciosos del cordón de Famatina. Luego los incas colonizaron a esta etnia y llegaron hasta aquí por el “camino del Inca”. A fines del 1400 los españoles fundaron la ciudad de La Rioja al pie de las sierras del Velasco, confundiéndolas con las de Famatina. Su intención era extraer oro, pero cometieron un grave error de cálculo. La verdadera gran explotación minera sistematizada en la región la organizó la orden misionera de los jesuitas, quienes introdujeron la pólvora y construyeron los primeros túneles. Pero cuando los jesuitas son expulsados de América, en 1767, la explotación se paraliza por un tiempo.
Posteriormente, durante la etapa de la organización nacional, Facundo Quiroga reanuda la actividad minera con el fin de acuñar monedas de oro. En 1830 el caudillo riojano crea la primera casa de la moneda del país en la ciudad de Chilecito. Poco después de que matan Quiroga, el presidente Rivadavia realiza un convenio con una empresa francesa y se instalan cinco fundiciones de plata en toda la provincia. En ese tiempo la plata funcionaba como patrón de intercambio mundial, hasta que en 1910 comienza a regir el patrón oro y renace esa industria a nivel mundial. En 1930 se pone en marcha la mina El Oro con capitales norteamericanos, y allí se construyó el pueblito. En 1942 Perón las estatizó y finalmente fueron cerradas en 1964.
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