En ese sentido, al hablar en el Palacio Miraflores, la jefa de Estado remarcó "el compromiso por la paz en la región" y dijo: "Quiero reafirmar ese compromiso de mi país de lograr que todos aquellos inconvenientes que parecen perturbarnos sean desterrados y se instale la paz".

La Presidenta destacó el acuerdo de la OEA logrado ayer en torno al conflicto entre Colombia y Ecuador y dijo que esa organización debe ser el espacio donde "se resuelvan todas las diferencias que podamos tener".

Al respecto, señaló que estos conflictos deben someterse "a los organismos multilaterales y no tomar medidas de fuerza multilaterales".

"Esto es clave. La ruptura de la multilateralidad ha hecho el mundo más inseguro", dijo.

Cristina instó a "trabajar fuertemente por la paz, porque además la paz no es un objetivo en sí mismo", sino que hace que "los derechos humanos tengan vigencia, porque cuando desaparece la paz, desaparece el respeto a los derechos humanos".

"Por eso, convocar a la paz es convocar también al respeto por los derechos humanos", sostuvo.

Agregó que "todo esto puede permitirnos un desarrollo sensato, articular nuestras economías, articular nuestros esfuerzos por la paz".

Tras la firma de los acuerdos, Cristina resaltó la presencia en Caracas de funcionarios e "importantes empresarios (argentinos) que vienen a realizar acuerdos, negocios, basados esencialmente en lo que van a ser los ejes del siglo XXI: energía y alimentos.

"Lo dije el 10 de diciembre, lo digo todos los días, porque es algo verificable, va a signar la vida humana", añadió.

En esa línea, indicó que "somos dos países, Argentina y Venezuela de absoluta complementariedad. Este país riquísimo en energía y mi país con capacidad para producir alimentos para 500 millones de habitantes y con gran competitividad".

"Estas son las cosas de las que tenemos que ocuparnos quienes hemos sido electos por la voluntad popular", para "mejorar la calidad de vida del pueblo".

Luego de ese encuentro, la jefa de Estado se dirigió al Panteón Nacional de Venezuela para depositar junto al presidente Hugo Chávez una ofrenda floral en el mausoleo de Simón Bolívar y posteriormente se dirigió con su par venezolano al Palacio Miraflores para firmar convenios de cooperación.