El mandatario también indicó que apoya la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) y que su gobierno sigue "la doctrina de la paz", aunque exigió la "reflexión" del presidente colombiano, Alvaro Uribe.

Chávez hizo estas declaraciones durante el acto de firma de acuerdos de intercambio energético y alimentario con la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en el Palacio Miraflores, sede del gobierno del país venezolano.

"Todo el petróleo que Argentina pueda necesitar para todo este siglo está aquí, si ustedes no consiguieran más reservas", se comprometió Chávez, quien informó que la producción de ese recurso aumentará debido a la explotación de la cuenca del Orinoco.

"Todo el gas, si no consiguieran más reservas de gas, está aquí", agregó, dirigiéndose a la presidenta argentina.

"Necesitamos de Argentina para nuestra soberanía alimentaria", manifestó como contraparte, tras destacar el crecimiento económico de nuestro país y advertir sobre las "hambrunas que vienen sobre el mundo".

Tras citar una frase de Juan Domingo Perón en alusión a la integración continental, Chávez sostuvo: "soy peronista", e insistió en profundizar "el proyecto de la gran patria sudamericana".

Consideró que "hasta hace una década Venezuela era una colonia de Norteamérica" y dijo que en gran parte de la región se dio un "viraje político" en los últimos años.

Al finalizar su discurso, se refirió al conflicto con Colombia, tras el accionar del ejército de Uribe en territorio ecuatoriano, que derivó en la muerte del líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), Raúl Reyes.

"La paz, ese es nuestro camino", consignó, tras aceptar la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA), aunque insistió en su condena a la "agresión" contra Ecuador.

"Nunca antes país alguno en Latinoamérica llegó a asumir la doctrina del ataque preventivo o perseguir a sus enemigos internos en cualquier lugar oscuro del mundo", declaró, lo que consideró "una doctrina extraña y peligrosa".

Además de hacer "un llamado a la reflexión a los responsables" del accionar colombiano, exigió que no vuelva a repetirse un hecho así, y se comprometió a continuar las tareas de mediación con las FARC para liberar a Ingrid Betancourt.