El desertor entregó a John Pérez y Juan Carlos Bernal, quienes habían sido secuestrados a mediados de 2006 en los departamentos de Guaviare (sur) y Valle del Cauca (suroeste), y por quienes el grupo armado exigía una gruesa suma de dinero a sus familias.

Pérez y Bernal fueron secuestrados con fines extorsivos y no están incluidos en el grupo de cerca de 40 rehenes que las FARC pretende canjear por 500 insurgentes presos.

El desertor custodiaba a los dos secuestrados en el departamento de Caquetá (sur) y decidió entrar en contacto con la Defensoría del Pueblo, tras lo cual liberó a los rehenes e inició con ellos hace tres semanas un recorrido hasta Pasto.

Según el defensor del pueblo, el ex guerrillero se declaró dispuesto a acogerse a un programa del gobierno para ayudar a los miembros de grupos armados ilegales que quieren reincorporarse a la vida legal.

Se presume que el ex rebelde actuó de esa forma para recibir la recompensa ofrecida por el presidente Alvaro Uribe a los guerrilleros que decidan desertar y entregar a los secuestrados que tienen en su poder.

Uribe reiteró varias veces en las últimas semanas que el gobierno estableció un fondo de 100 millones de dólares para repartir entre los guerrilleros que quieran colaborar.