"Ahora lo único que puede producir el rompimiento, es el empuje del glaciar, lo que lentifica el proceso", afirmó el intendente del Parque Nacional Los Glaciares, Carlos Corvalán.

Millones de personas siguen por internet la evolución de lo que ocurre a través del sitio web www.epatagonia.gov.ar/glaciar , que habilitó el gobierno de Santa Cruz para que en todo el mundo puedan disfrutar en vivo y en directo la ruptura.

Desde que comenzó el proceso de ruptura ayer fue el día en el que más personas asistieron a la zona ante la posibilidad de una ruptura del Perito Moreno, mayoritariamente provenientes de la localidad de El Calafate, puerta de acceso al Parque Nacional Los Glaciares.

En el Calafate -320 kilómetros al oeste de Río Gallegos- desde ayer el tiempo se presenta lluvioso y con nieve, por lo que las horas de luz natural se reducen.

Por razones de seguridad, Corvalán recomendó viajar a la zona con el equipamiento adecuado, cadenas o neumáticos con clavos porque no se permite la entrada al parque sin estos elementos.

Los especialistas auguran que el rompimiento podría producirse unos días después de lo esperado, aunque todos ruegan que no sea en horas de la noche donde la visibilidad es imposible, tal como sucedió en 2004.

El posible retraso no desanimó al creciente número de visitantes que se ha acercado a la zona para observar el espectáculo y que, según Corvalán, ya supera las mil personas, bastante más que las 40 que llegan cada día al lugar para esta época del año.

Con el correr de las horas, comenzaron a arribar turistas provenientes de Brasil, de Aruba y de otros puntos del planeta, atraídos por la majestuosidad de este espectáculo de la naturaleza.

Pese a versiones que indican que en 1951 hubo un rompimiento en invierno, esta es la primera vez que se produce fuera de la temporada de verano, por lo menos desde que se empezó a documentar el fenómeno, en 1917.

Otra de las particularidades que destacó Corvalán es que, a diferencia de otras veces, el glaciar quedó muy adelante y el canal que se abrió es mucho más pequeño.

"Es todo una cosa rarísima: lo primero que se rompió fue el frente, cuando nunca es así, y el canal es mucho más pequeño que lo normal cuando se produce este tipo de fenómenos", agregó.

Sin aventurar una razón específica, como el calentamiento global, no desestimó la teoría que apunta a que la fisura fue producto de un movimiento telúrico.

El intendente del Parque Nacional Los Glaciares aprovechó la ocasión para explicar que el Perito Moreno no es un glaciar en avance, tal como señalan erróneamente algunos medios.

"Si uno dijera que el Moreno está en avance, significaría que año tras año su frente está más adelante, pero no es así", precisó.

Corvalán explicó que el Perito Moreno está estable en su "longitud", no así en su "altitud", y para constatarlo hay que "fijarse en los bordes, donde la conformación de la vegetación y composición del suelo indica cuanto bajó en los últimos 50, 80 o 100 años, es decir, la pérdida de masa que experimentó", añadió.

El glaciar Perito Moreno, una de las maravillas naturales del país que atrae a miles de turistas de todo el mundo, oscila unos 200 metros después de cada ruptura; retrocede por la presión del agua, después se recupera y vuelve a tocar la península regresando a su longitud, proceso que se mantiene desde 1917.

"Como argumento para quitar el alerta y decir que no pasa nada, me parece que no es válido. Todo el campo de hielo patagónico, que es un organismo vivo, totalizador, de un lado y otro de la cordillera, sufre el mismo proceso", aseguró.

José Pera, gerente de "Hielo y Aventura", concesionario del Parque Nacional Los Glaciares que realiza caminatas sobre el hielo milenario, dijo a Télam que "los datos de glaciólogos como Pedro Skvarca, indican que éste glaciar está estable, en equilibrio, con muy pequeñas variaciones, desde 1917".

En cuanto al proceso de rompimiento, una de las teorías que se manejan para tratar de predecir ese fenómeno es que el calentamiento produce mucha agua, que actúa como "lubricante", y que hace que el glaciar se mueva sobre un piso rocoso donde el agua corre mucho más fácil y acelera el proceso de cierre.

"Esa podría ser una de las explicaciones de por qué empezó a cerrar hace cuatro y cinco años, mientras que antes había tardado unos diez años", destacó Corvalán.