Las trabajadoras sexuales mostraron en general satisfacción con el hecho de que su actividad quedara mejor organizada y establecida por las autoridades y señalaron aciertos y limitaciones del emplazamiento elegido, en el que se observó una abundante afluencia de automóviles con interesados en sus servicios.

"Es un logro, sin duda", dijo sobre el entendimiento con las autoridades una trabajadora que aceptó hacer declaraciones para la televisión local. "Nos prometieron más iluminación para seguridad, lomos de burro, baños químicos, todo bien, aunque los baños parecen pocos", añadió.

Otra en cambio, se quejó de que el lugar -la plazoleta Florencio Sánchez, próxima al Lawn Tennis Club- "queda lejos de cualquier albergue transitorio, cosa que no ocurría en el Rosedal", el anterior escenario de esta actividad.

Agregó que el circuito por el que entre las 21 y las 6 del día siguiente desfilan a marcha lenta los autos con clientes para observar a las "chicas" que se muestran a su vera, "es muy corto para las 150 o 200 que somos en total".

La nueva zona deriva de un acuerdo suscripto el 6 de mayo entre la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (ATTTA) y el ministerio porteño de Ambiente y Espacio Público.

Ayer el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, ratificó su oposición al ejercicio de la prostitución en la vía pública aunque avaló el entendimiento alcanzado.

"El PRO votó en contra de esta ley, porque consideramos que es una actividad que debe realizarse puertas adentro, pero el ARI y el oficialismo de entonces la aprobaron", recordó.

"Aunque estamos en contra, con la ley aprobada vamos a respetar y a hacer cumplir la ley. Es una solución para algunos -dijo- y un problema para otros", entre quienes se incluyó.

El club Lawn Tennis presentó un recurso de amparo contra el nuevo emplazamiento alegando que es un área de esparcimiento, cultural e histórica.

El ministro de Ambiente y Espacios Públicos, Juan Martín Piccardo, aseguró que "la cantidad de gente que transita de noche por este lugar es mucho menor que en el otro espacio". Marcela Romero, presidenta de ATTTA, se mostró conforme con la nueva localización. "El gobierno dijo que tendremos seguridad, iluminación, lomos de burro, cestos bacteriológicos y baños químicos", manifestó.

No obstante, estimó que "habrá quejas entre los vecinos porque siempre se quejan de nosotras". Romero aseguró que sufren maltrato de la policía y aunque admitió que en la ciudad la actividad que ejercen está permitida, "son víctimas de permanentes abusos". Además, afirmó que es necesario avanzar en la inserción laboral de este grupo de trabajadoras que suman en la zona unas 300".

"En el otro lugar había mucha violencia porque había una discoteca cerca", dijo la titular de ATTTA, quien aseguró que "al salir del boliche, nos arrojaban botellas, bajaban de los autos y nos arrebataban nuestras pertenencias". Romeró sostuvo que "el Gobierno de la Ciudad es garante de nuestra posición nueva".

Elsa, una mujer que corre por la zona todas las mañanas, expresó al respecto: "No tenemos problemas con los travestis mientras dejen todo en orden y limpio", mientras Julio, otro "trotador", precisó que "nosotros no nos metemos con ellos y ellos no se meten con otros".