El canciller pidió "volver a las fuentes, de las que no debimos apartarnos" y reclamó "cumplir con el objetivo de promover el desarrollo que nos hemos fijado en Doha", en el inicio de las conversaciones hace siete año en Qatar.

"Esperábamos alcanzar beneficios concretos de mejoras para nuestro comercio internacional, ya que esta era la Ronda para el desarrollo de los países como el nuestro", indicó Taiana.

Sin embargo, subrayó que "los países desarrollados mostraron muy poca predisposición a hacer concesiones en comercio", pero remarcó que "tuvieron mucha ambición en solicitar beneficios para ellos".

"La Argentina seguirá trabajando arduamente como lo ha hecho hasta ahora, incluyendo la participación activa en las reuniones formales e informales y mediante la presentación de propuestas, individualmente o en conjunto con otros países y grupos de negociación", afirmó el canciller.

Advirtió que "la ausencia de normas para el comercio multilateral se traduciría en el reino del más fuerte y en la agudización de conflictos".

A su criterio, en la reunión celebrada en Ginebra "no cabe duda que faltó una discusión profunda, de carácter horizontal de abajo hacia arriba".

"Este proceso debió involucrar a los altos oficiales desde los primeros meses de este año, a fin de reducir divergencias y dejar sólo algunos temas principales y controvertidos para decisión de los ministros", sostuvo Taiana.

También señaló que "debió asegurarse la integración a las consultas y discusiones informales de aquellos miembros con las mayores sensibilidades en algunos temas".

No obstante, subrayó que "se optó por el camino inverso, con lo que se perjudicó seriamente la transparencia", y remarcó que "se obró en base a suposiciones y no a certezas de los problemas que se debían enfrentar".

Se lamentó porque "la negociación se ha ido apartando gradualmente de las premisas originales".

Puso de relieve que "a pesar de que el mandato de Doha sitúa en un primer plano el Tratamiento Especial y más Favorable para Países en Desarrollo, éste apareció seriamente cuestionado".

"El nivel de compromiso que se propone para los países en desarrollo supera al compromiso de los países desarrollados en agricultura, violando las disposiciones de la Declaración Ministerial de Hong Kong, de un nivel comparablemente elevado de ambición en acceso a los mercados en Agricultura y productos no agrícolas (NAMA)", sostuvo Taiana.