Luego de que el Tribunal rechazara el pedido de la defensa para que las presuntas víctimas no estuvieran presentes mientras declaraba, Grassi empezó a testimoniar a las 12.40 y, tras un cuarto intermedio, continuó desde las 15.30 por tres horas, sin que los querellantes o la fiscalía hicieran preguntas.

Esto está previsto que ocurra mañana, cuando Grassi finalice su exposición y tanto el fiscal, Alejandro Varela, como los abogados querellantes, Juan Pablo Gallego, Sergio Piris y Jorge Calcagno, le hagan preguntas en torno a los 17 hechos de abuso sexual de los que está acusado.

El religioso, en su extensa declaración, reseñó sus primeros pasos en el sacerdocio e hizo hincapié en cómo llegó a crear la Fundación Felices Los Niños en la localidad bonaerense de Hurlingham, que al momento de su detención albergaba a 6.300 chicos en varias sedes de todo el país.

Grassi también apuntó a quienes considera que lo perjudicaron al acusarlo de delitos falsos y, en este sentido, volvió a reiterar su teoría de que hubo personas que se pusieron de acuerdo para declarar en contra suyo, informaron fuentes judiciales.

Juan Pablo Gallego, quien representa los intereses de "Ezequiel", fue mucho más allá y aseguró que "Grassi había hablado hace algunos días de un vengador y parece ser que el vengador que el se refería era la conductora televisiva Susana Giménez o Rodolfo Galimberti".

Gallego precisó que Grassi "no se pronunció todavía sobre los hechos de los que se lo acusa" y agregó que no explica por qué tanto Giménez o Galimberti lo querían perjudicar.

El letrado señaló que el acusado "sólo dijo que Raúl Portal compró un libro que sería una biografía de Galimberti y, en ese libro, había un párrafo que indicaría que Galimberti estaba enojado (con Grassi)".

"Es toda una falta de respeto hacia la causa", dijo Gallego y adelantó que mañana le pedirá al Tribunal que Grassi responda exclusivamente acerca de los hechos de que se lo acusa.

El religioso, al salir de tribunales, afirmó: "en ningún momento mencioné a Susana Giménez", pero se excusó de dar detalles de lo que había declarado, ya que "el Tribunal nos dijo que no podemos decir nada acerca de las pruebas que se exhiben dentro del recinto".

La relación que menciona Gallego en torno a Giménez, el productor y ex montonero Galimberti y el acusado, hace referencia al llamado "escándalo de los teléfonos", que tuvo su punto más álgido hace diez años.

Grassi reclamó en el programa de Giménez 600.000 pesos, que serían la ganancia obtenida por la empresa Hard Comunication -que presidían Galimberti y el ex novio de la conductora, Jorge Rodríguez- en un concurso de llamados telefónicos realizado en ese ciclo televisivo.

Para promocionar el concurso, se mencionaba a la Fundación de Grassi como benefactora de los llamados, pero el religioso aseguró que nunca recibió el dinero acordado con Hard Comunication, aunque tras una investigación judicial fueron procesados Galimberti y Rodríguez.

Otro punto que resolvió el Tribunal fue aceptar la presencia del veedor enviado por la secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Pedro Kaufman.

Al respecto, Grassi sostuvo que su presencia "será como una especie de público para mí, pero si el Tribunal así lo decidió estarán, aunque no sé qué tienen que hacer, no es algo que sea útil" y acotó que "si los veedores quieren estar, espero que no estén para presionar".

El religioso fue acompañado por un grupo de unos diez manifestantes, seis de ellos menores de edad, quienes colocaron carteles en la entrada del Tribunal, con la leyenda "Sepa la Verdad", y repartían una estampita con la imagen de la "Virgen de la Justicia".

En ella hay una oración, firmada por el padre Grassi, que señala: "vuelve a nuestra Fundación Felices Los Niños y después de este destierro devuélvenos al padre Julio".