En la octava audiencia del debate que se sigue por el siniestro que el 30 de diciembre de 2004 provocó 194 muertes, continuó la declaración de ocho peritos arquitectos e ingenieros que hicieron un estudio sobre lo recabado en el local.

"La media sombra es muy combustible. Si fue colocada posterior a la habilitación se tuvo que haber detectado en la inspección anual de bomberos y si se colocó previo a ella, no tendría que haber sido otorgada", afirmó Eduardo Frigerio, perito de una de las querellas.

El arquitecto Cayetano Profeta, perito oficial, agregó que "ese material no debió haber estado allí y si hubiera habido una inspección, se debería haber notificado de esa situación y el local debió haber sido clausurado".

En la instrucción de la causa se dio por probado que tras un incendio que hubo en Cromañón el 1 de mayo de 2004, Chabán se dio cuenta de que el problema se suscitaba cuando las bengalas que llevaba el público entraban en contacto con la media sombra que adornaba el lugar, ya que el fuego se extendía hacia los paneles acústicos del techo.

Como consecuencia de este episodio, retiró parte de la media sombra, la más cercana al escenario y reemplazó los paneles chamuscados, "como si advirtiese el peligro, pero no fuera capaz de representarse sus consecuencias", advirtió en su momento el fiscal Juan Manuel Sansone.

Otro aspecto que se trató en la audiencia fue que de los asistentes al recital que Callejeros dio la noche del incendio, los que más inconvenientes tuvieron en salir fueron aquellos que se encontraban en los baños del entrepiso.

"La gente que estaba en el baño debía salir, bajar la escalera y recorrer en total 85 metros (hasta la salida). Esto es una reverenda barbaridad y es una de las tantas incongruencias reglamentarias", explicó Profeta.

Es que el perito recordó que Cromañón tenía un entrepiso de 400 metros cuadrados, cuando lo máximo permitido era 300, y que esto implicaba que ese lugar debiera tener dos salidas al exterior, pero no tenía ninguna.

Los especialistas retomaron el tema de cómo fue la salida del local en medio del pánico de los cerca de 3.500 asistentes que había esa noche en Cromañón, y dijeron que se produjo un "efecto mariposa".

"Esto es cuando una persona ve pasar a otra en una determinada dirección, lo sigue y al cabo de unos segundos, hay 40 ó 50 personas haciendo lo mismo hacia un sector equivocado, por lo que después tienen que volver y provocan un efecto caótico dentro del recinto", explicó el ingeniero civil Juan María Cardoni, perito oficial.

Acotó que "una salida ordenada no se hubiera podido dar nunca con la cantidad de gente triplicada y una lluvia de bengalas sobre la cabeza", porque se trataba de gente que estaba en un lugar que no conocía y donde las salidas estaban mal señalizadas.

Los peritos coincidieron en que la presencia de inyectores y extractores de aire ayudaron de algún modo a salvar muchas vidas, pero también a incrementar la cantidad de gases tóxicos.

"La carencia de ventilación contribuye a ahogar el incendio, pero también a aumentar la cantidad de gases tóxicos", dijo el perito Frigerio.

Sin embargo, remarcaron que "ningún artefacto pudo haber evitado un incendio de las características especiales de Cromañón, con generación de gases letales no contemplados por sistema alguno".

Por otra parte, antes de comenzar la audiencia, el abogado del grupo Callejeros, Manuel Gutiérrez, adelantó que sus clientes no van a declarar "por el momento", mientras que Chabán lo haría el lunes 15.

El debate pasó a un cuatro intermedio hasta el lunes 8 a las 10, cuando declarará un consultor técnico y se leerá el peritaje realizado en el local siniestrado por bomberos de la Policía Federal.

Para el resto de la semana, se espera el testimonio de los peritos que efectuaron ese trabajo, así como el de los del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que analizaron el material del techo del boliche del barrio porteño de Once.