El miembro informante fue el flamante presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el kirchnerista Gustavo Marconato, quien aseguró -ante el descreimiento del sector no kirchnerista- que "el gobierno nacional cierra este presupuesto teniendo conocimiento pleno y conociendo las variables de la crisis internacional".

Marconato afirmó que las premisas del presupuesto son "la prudencia y la responsabilidad" y también "la firmeza" en las definiciones, y apuntó que los funcionarios que pasaron por la comisión a su cargo dieron un "caudal de información" que fue "importante".

"El proyecto de ley para 2009 va a mantener los criterios y parámetros de los presupuestos llevados delante de 2003 al 2008 -puntualizó Marconato. Queremos lograr la profundización de las metas sociales y económicas alcanzados hasta acá".

En cuanto a la obra pública prevista para el año que viene, aseguró que "están orientadas en sentido federal y descentralizadas".

La oposición -sobre todo el sector integrado por el PRO, la UCR, Coalición Cívica, peronistas anti-K y bloque unipersonales- planteó en líneas generales que, ante la crisis internacional, el proyecto -elaborado antes de que estallaran las finanzas de Estados Unidos- debía ser devuelto al gobierno nacional para que realizara una nueva estimación de gastos y recursos para el año próximo.

También, los reclamos opositores fueron por el fin de los llamados "superpoderes", la coparticipación del impuesto al cheque, y contra la restitución de beneficios vía régimen de promoción industrial a la ex curtiembre Yoma (ahora de propietarios brasileños) por el monto de 300 millones de pesos, contemplada en el artículo 75 del proyecto oficial.

El vicepresidente de la comisión de Presupuesto, el radical Miguel Giubergia, respaldó un dictamen de minoría firmado por la mayor parte de los bloques opositores en el que pide devolver el proyecto al Poder Ejecutivo para ser rediseñado.

"Que lo reformule (el PEN) sobre bases sólidas, sobre bases serias", reclamó el jujeño y propuso modificar, dentro del presupuesto, el artículo 37 de la ley de Administración Financiera, que le otorgó al Poder Ejecutivo facultades del Congreso para mover partidas para afrontar gastos corrientes.

Según Giubergia, en el proyecto en tratamiento "se están haciendo más de 30 delegaciones en el articulado". Su colega de la CC Fernanda Reyes insistió con devolver el presupuesto al gobierno para "ser discutido como corresponde, que se respete lo que está ocurriendo y que nos de tiempo suficiente para tomar medidas tanto productivas como financieras", a la vez que destacó que le hubiera gustado discutir además "una reforma tributaria".

Por el PRO, el porteño Luis Galvalisi sostuvo que el presupuesto del Gobierno "es uno de los proyectos más desprolijos de la era Kirchner" y afirmó que el texto "es de una irresponsabilidad política total".

Además, recordó que, a través de un DNU, el Ejecutivo "modificó la Carta Orgánica del Banco Central, que no puede, y del Banco Nación, que tampoco puede, para hacerse de los fondos, como lo hizo con la plata de la ANSES y buena parte de la AFIP".