"Estamos seguros de que, trabajando de manera conjunta, cumpliremos con nuestros objetivos y devolveremos la estabilidad y prosperidad a nuestras economías", dijeron en un comunicado, divulgado por la Casa Blanca.

Los dirigentes de los siete países más desarrollados (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón) y Rusia "están unidos en su compromiso de resolver la crisis actual", afirmaron.

Los dirigentes del grupo adhirieron a la idea de una cumbre internacional de urgencia sobre la crisis en la que participen los países desarrollados y aquellos que están en vías de desarrollo".

"Esperamos con impaciencia un encuentro (...) con los países clave, en un momento adecuado en el futuro próximo, a fin de adoptar un programa de reformas para responder a los desafíos del siglo XXI", según el comunicado.

"Aun si nos concentramos por un instante en la misión inmediata de estabilización de los mercados y restablecimiento de la confianza, también se requieren cambios de los sistemas de regulación e institucionales de los sectores financieros mundiales para cubrir las carencias reveladas por la crisis actual", añadieron las ocho economías más desarrolladas.