Los camaristas Juan Cicciaro y Abel Bonorino Peró, integrantes de la Sala Séptima del Tribunal, admitieron el denominado "olfato policial" para requisar o detener a sospechosos en la vía pública sin que exista un estado predelictual o elementos "objetivos" que avalen esas medidas cautelares.

Los magistrados dictaron esa resolución, conocida esta mañana, en la que afirmaron que "el personal de prevención advirtió cómo el conductor de una motocicleta que aguardaba en la intersección de dos calles y que al observar la presencia del móvil policial, se alejó del lugar".

Según los magistrados esa conducta "comporta una sospecha razonable que justificó en este supuesto especial, la intervención para identificar a quien egresaba de la finca sita en Caboto 1320, a la sazón, acompañante del otro individuo mencionado".

Los camaristas explicaron que, frente a la detención, el sujeto "se tornó agresivo, al punto de trabarse en lucha con los preventores y extrajo un arma de fuego de su cintura, que arrojó al suelo".

El artículo 284 del Código Procesal, autoriza la detención sin orden judicial en caso de "flagrancia", cuando el hecho se está cometiendo o a punto de cometerse, o cuando "excepcionalmente hubiere indicios vehementes de culpabilidad y exista peligro inminente de fuga".