Dijo entonces que su país vive un "momento crucial", a causa de las "amenazas" en varios frentes. Mencionó entonces a Irán y su programa nuclear, habló de un "refuerzo de los movimientos terroristas", aunque no dio detalles al respecto, y se también refirió a la crisis económica mundial.

"Desde hace decenas de años no nos encontrábamos en una condición así", exclamó, y de inmediato habló de trabajar en unidad.

Fue en ese momento en que propuso a la actual canciller y candidata más votada en las elecciones del 10 de febrero, Tzipi Livni, y a los laboristas, tomar contacto de inmediato antes de que su partido entre en conversaciones con otras fuerzas de derecha y ultraderecha.

Sin embargo, cuando en horas de la mañana de hoy Peres le ofreció a Livni formar un gobierno de unidad, la líder del partido Kadima rechazó esa posibilidad.

Se desconoce aún qué respuesta dará el laborista Ehud Barak, aunque por su condición de actual socio en el gobierno se estima que también podría rechazar el convite.

Ahora, Netanyahu tendrá seis semanas para formar un gabinete de coalición que luego deberá ser aprobado por el Knesset (parlamento israelí).