En la misma línea se pronunció el secretario de Comercio Exterior, Welber Barral, quien a principios de semana -según la prensa brasileña- había dicho que "Brasil puede accionar contra cualquier país en la OMC" al analizar las decisiones de importación de argentina.

"El medio para las soluciones de controversias comerciales entre Brasil y Argentina es el diálogo instaurado en las reuniones de monitoreo del comercio bilateral", dijo hoy Barral, según cita un cable de la agencia ANSA.

El diálogo Brasil-Argentina "es el principal foro para tratar cualquier problema que exista en las relaciones comerciales entre los dos países y Brasil está seguro de que la salida de la crisis depende de una articulación estrecha con todos sus vecinos", agregó el secretario de Comercio Exterior del gobierno de Luiz Inacio Lula Da Silva.

Amorim, durante una visita realizada anoche a la sede de la FIESP, la central industrial más importante del país, dijo que "Brasil no busca represalias, claro que cualquier medida que pueda ser interpretada como proteccionista no es la ideal".

Según Amorim, "la salida debe ser creativa, tal vez la autolimitación de exportaciones brasileñas, pero a cambio de que ese espacio lo ocupe la industria argentina, no productos de otros países", como pueden ser los provenientes de naciones asiáticas.

Por su parte, el vicecanciller Samuel Pinheiro Guimaraes reunió durante las últimas horas a su equipo de negociadores con el objetivo de haya un acuerdo para poner en práctica el Mecanismo de Adaptación Competitiva (MAC), que autoriza a uno de los dos socios a adoptar salvaguardas temporales para equilibrar el comercio.

Pinheiro Guimaraes estará al frente de la delegación brasileña que visitará Buenos Aires el próximo miércoles para reunirse con su contraparte argentina, que será comandada por el secretario de Comercio Exterior de la Cancillería, Alfredo Chiaradía.